Lanbide ofrece a la Red de Lucha contra la Pobreza en España el modelo de integración del IMV en el sistema vasco de garantía de ingresos
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El Servicio Público de Empleo - Lanbide ha ofrecido esta mañana su experiencia de integración del IMV en el sistema vasco de garantía de ingresos y para la inclusión como experiencia para otras administraciones, de forma que se consiga mejorar el acceso a este derecho a quienes lo tienen, pero lo desconocen.
La directora de Prestaciones e Inclusión de Lanbide, Sara Buesa, ha participado en Bilbao en la apertura del seminario organizado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza-EAPN, dentro de las sesiones que esta organización está realizando por toda España para mejorar el acceso al IMV. En su exposición, Buesa ha hecho un recorrido por la experiencia vasca, que consiguió la transferencia de la prestación en 2022 y que acaba de ser expresamente avalada por el Tribunal Constitucional, pero que además ha sido integrada en la Ley aprobada por el Parlamento vasco hace poco más de un año.
"Parecía imposible crear un nuevo modelo de garantía de ingresos e inclusión, y lo hemos hecho, porque hemos contado con agentes como la Red de Lucha contra la Pobreza, con vosotras y vosotros. Parecía imposible una transferencia del Ingreso Mínimo Vital, e integrarlo en nuestro modelo, y lo hemos hecho posible, también con la Red y con el Ministerio de Inclusión. La colaboración da frutos, da buenos resultados y hoy alcanzamos en Euskadi a más personas que, a pesar de ser vulnerables, antes no accedían a su derecho", ha resumido.
Éxito de integración
Esta experiencia, según ha explicado Sara Buesa, ha supuesto para Lanbide un "reto de gestión", que se ha traducido en ventanilla única de información a la ciudadanía, solicitud unificada de prestaciones, pago simultáneo de las prestaciones en la misma fecha, notificación única y procesos de sincronización para que los efectos de una prestación en la otra se vuelquen automáticamente. Todo ello está permitiendo acoger a casi 69.000 familias, e integrar a personas que antes estaban alejadas, pero en situación de riesgo, como mujeres víctimas de diferentes formas de violencia o personas refugiadas.
Para conseguirlo, "hemos dado cohesión al sistema", con la aprobación de la Ley vasca, y "multiplicado la interoperabilidad con otras administraciones", pero también se ha apostado por implicar a quienes trabajan en Lanbide, cuya labor ha querido reconocer y que se ha conseguido gracias a la motivación del sentido público de su trabajo, "porque sólo desde lo público se garantizan derechos".
Pero, además, la directora de Prestaciones e Inclusión de Lanbide ha destacado el papel que están desempeñando los servicios sociales y las entidades del tercer sector, porque "Lanbide no puede resolver todo". Un papel reforzado en la Ley y con la propia labor de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, "nuestros ojos y oídos para llegar a quienes no conocen sus derechos y para acompañar a cumplir con las obligaciones", porque, ha asumido, queda camino por recorrer.
"Por eso creo que debemos ser muy optimistas. Nos podemos quedar en el diagnóstico de lo que falla, y hay quien políticamente puede utilizar esta cuestión, que el IMV no llega a todos los que debería, aunque luego allá donde gobiernen no hacen nada por mejorarlo con sus propias competencias. Desde Lanbide queremos quedarnos con esta ambición de mejora que se constata también con este seminario, que tiene como punto de partida un compromiso con un modelo social inclusivo, solidario, cohesionado, con igualdad de oportunidades", ha resumido Buesa.
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