Soledad y exclusión social antes y después de la COVID-10 entre las personas mayores

Neodemos, foro independiente italiano y la revista N-IUSSP publican "Soledad y exclusión social entre personas mayores en Europa durante la pandemia de COVID-19" (Loneliness and social exclusion among older Europeans before and during the COVID-19 pandemic) un libro electrónico que reúne buena parte del saber resultante de la iniciativa de Programación Conjunta "Más años, mejores vidas: el potencial y los desafíos del cambio demográfico" (JPI-MYBL) que, en 2022, lanzó un proceso de intercambio de conocimientos específico sobre el aislamiento y la soledad entre las personas mayores durante la pandemia de COVID-19.

Marco y metodología de elaboración de conocimiento

Con esta finalidad se realizaron en cuatro talleres en línea conectados, programados en un período de tiempo específico (aproximadamente seis meses), a los que asistieron tres tipos de participantes: partes interesadas, investigadores/as y representantes de políticas, que respondieron a un documento común publicado en la web de JPI-MYBL. Posteriormente se invitó a las personas participantes en los cuatro talleres a preparar un breve artículo basado en sus presentaciones. Y son sus contribuciones las que integran este libro electrónico, junto con algunos artículos adicionales referidos al aislamiento y la soledad entre las personas mayores.

Esta iniciativa forma parte de las acciones de la Programación Conjunta "Más años, mejores vidas: el potencial y los desafíos del cambio demográfico" (JPI-MYBL) que desde 2009 reúne a varios países de la UE y de fuera de la UE para comprender mejor los efectos complejos del cambio demográfico y producir evidencia sobre la relación entre cambio demográfico, igualdad y bienestar. Adopta un enfoque transnacional e interdisciplinario para encontrar soluciones innovadoras que hagan del "envejecimiento social" un recurso y no una carga. También involucra a diferentes actores, incluido personal investigador, formuladores/as de políticas y partes interesadas.

Contenidos

El libro se estructura en tres grandes grupos de artículos. La primera parte reúne contribuciones que abordan las evidencias disponibles sobre la soledad y la exclusión social de forma previa a la irrupción de la COVID-19. El segundo bloque de contenidos aglutina artículos que profundizan en las experiencias de soledad y exclusión social durante la pandemia de COVID-19. Por último, una sección final del libro agrupa artículos que tratan diferentes intervenciones frente a la soledad y la exclusión como problemas sociales.

La introducción a la publicación subraya la importancia de los cambios demográficos pasados y venideros para entender la modificación de la estructura demográfica del contexto europeo y que afectan, en presente y a futuro, a la distribución de recursos y oportunidades. El envejecimiento como gran fenómeno que caracteriza a la evolución de las sociedades europeas desde hace algunas décadas se transforma en el caldo de cultivo en el que emerge el desafío del aislamiento social y los sentimientos de soledad que afectan a las personas mayores en Europa y que, como reto, revela, además, graves consecuencias para la salud física, la carencia de comportamientos saludables, el déficit de bienestar, la capacidad de formar y mantener vínculos sociales o la depresión. Y es que recientes investigaciones estiman que, además de los costes anuales de la soledad valorados en unos 1.000 euros per cápita, existen evidencias de que las personas que se sienten solas hacen un mayor uso de los servicios de salud (con consecuencias negativas para el sistema de salud y los gastos de mantenimiento de la salud pública).

Si antes de la declaración de la pandemia, la soledad y el aislamiento social era aspectos importantes de investigación y desarrollo de políticas, la propagación de la COVID-19 y las medidas de distanciamiento físico para limitar la transmisión del virus, exacerbaron estas vulnerabilidades prepandémicas en sociedades que envejecen. De hecho, medidas que fueron diseñadas para proteger a buena parte de las personas mayores del alto riesgo de contagio y que resultaron eficaces para frenar la propagación de la COVID-19 y reducir la mortalidad, se sospecha que aumentaron el aislamiento entre las personas adultas mayores, posiblemente exacerbando la "pandemia de soledad" y los factores de riesgo asociados a esta. De hecho, la evidencia disponible sugiere que las personas mayores que carecían de apoyo emocional y práctico podrían haber estado particularmente expuestas a las consecuencias directas e indirectas del aislamiento social provocado por la pandemia del COVID-19.

De las evidencias previas a la pandemia de COVID-19 se tiene conocimiento de los efectos de la soledad en las personas mayores dado que, a mayor tiempo de soledad, menor percepción del valor de sí mismas como miembros valiosos de la sociedad. De hecho, en el primer artículo del libro, firmado por Oliver Huxhold y Bianca Suanet, se plantea el concepto de sociabilidad significativa y necesidad de pertenencia como rasgo distintivo de la especie humana. Los autores defienden que, "en términos generales, las personas necesitan algunas relaciones sociales cercanas y de confianza, así como un grupo más grande de amigos y conocidos con quienes puedan realizar actividades sociales. Si no se satisfacen estas necesidades sociales, las personas socialmente desfavorecidas pueden sentirse solas". En definitiva, las personas, especialmente aquellas de mayor edad, pueden ver amenazado su sentido de solidaridad social y, por ende, sentirse distanciadas de sus comunidades y entorno social inmediato, lo que puede comportar riesgos para su bienestar subjetivo y la posibilidad de actuación como profecía autocumplida en forma de exclusión de aquellas personas con pocas oportunidades de participación social a su disposición. En el estudio desarrollado por los autores, se parte de la hipótesis de que la soledad y la exclusión social percibida comparten un conjunto común de factores de riesgo, aunque en diferente grado, ya que la soledad se refiere a la necesidad de tener una red satisfactoria y la exclusión social a la necesidad de pertenecer a un nivel social. De este modo, si las personas obtienen fuertes señales sobre su valor en la sociedad a partir de sus relaciones sociales, las experiencias de soledad -que representan una falta de relaciones sociales en términos de cantidad o calidad- pueden conducir con el tiempo a la percepción de estar excluido de la sociedad en su conjunto. Las conclusiones del estudio informan de que las experiencias de soledad a lo largo del tiempo generan un sentimiento de no ser un miembro valioso de la sociedad. Además, las personas que se sienten excluidas de la sociedad tienden a retirarse de las actividades sociales en general y del voluntariado en particular. Por tanto, al fomentar un sentimiento de alejamiento de la sociedad, la soledad puede ser particularmente perjudicial para el compromiso cívico.El artículo finaliza con interesantes conclusiones relevantes desde la perspectiva de la acción preventiva frente al envejecimiento de la población. Por ello, en vista de que las personas adultas suelen sentirse más excluidas socialmente después de la jubilación del trabajo remunerado podría resultar de interés proporcionar a este segmento de la población una estructura diversa y sostenible de oportunidades para la participación social y cívica (mediante organizaciones voluntarias, etc.).

Los autores, O. Huxhold y B. Suanet defienden que las políticas sociales y las intervenciones contra la soledad han de enfocarse al fomento de la participación comunitaria y las actividades sociales de los adultos mayores, ya que la soledad podría derivar en una disminución de los sentimientos de pertenencia a la sociedad, dañando así la sociedad, la confianza y, en definitiva, la cohesión social. En este sentido, las personas adultas con bajos niveles socioeconómicos deberían ser objeto particular de políticas de prevención, puesto que enfrentan un doble peligro: tienen más probabilidades de sentirse solos/as y socialmente excluidos/as.

De hecho, factores como el bajo nivel socioeconómico, los problemas de salud y la percepción de falta de control sobre la vida son factores de riesgo generales para padecer situaciones de soledad que identifican en su estudio sobre la soledad de la población mayor marroquí y turca emigrada en Países Bajos antes de la COVID-19, las investigadoras Tineke Fokke y Marjolijn Das.

Cuando la evidencia se acota a las experiencias derivadas de la epidemia de COVID-19 y a las medidas de confinamiento,­­­­­ varios estudios sugieren que las personas adultas mayores, a pesar de un mayor riesgo de aislamiento social, resultaron más resistentes a la soledad durante la pandemia de COVID-19 que las personas más jóvenes. Así lo confirman los datos de la Encuesta sobre Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe, SHARE) antes y durante el brote de COVID-19. De hecho, la literatura previa a la COVID-19 identificaba a la falta de pareja o de hijos como factores de riesgo de soledad entre las personas mayores por lo que la pandemia de COVID-19 podría haber afectado a la soledad entre las personas adultas mayores sin parientes de manera diferente al resto de la población mayor. Sin embargo, la investigación realizada por B. Arpino, C.A. Mir, N.T. QuAsHie y R. Antczak demuestra que las personas adultas mayores "sin parientes" (sin pareja ni hijos) no estaban más solos que aquellos que carecían de uno solo de estos vínculos, lo que puede indicar que las personas sin parentesco han desarrollado una variedad de recursos y estrategias diversas de afrontamiento para gestionar la falta de vínculos de parentesco estrechos, como una rica red de amigos/as. Por ello, los/las autores/as subrayan que a medida que la población de personas adultas mayores sin pareja y sin hijos crece a nivel mundial, las futuras estrategias de salud pública han de buscar un enfoque de mitigación equilibrado que considere, también, las consecuencias del aislamiento, particularmente para quienes que ya corren un mayor riesgo de soledad.

Si se atiende a las diferencias por género, Damiano Uccheddu y Ester Lucia Rizzi investigan la influencia de factores sociodemográficos, conductuales y contextuales en la soledad experimentada por las personas adultas mayores en Italia durante la pandemia de COVID-19 y confirman que los hombres mayores que viven solos y las mujeres mayores con mala salud se vieron especialmente afectados por la pandemia y las medidas de contención relacionadas.

Otra de las dimensiones analizadas en esta publicación se refiere a las medidas de restricción que afectaron al desarrollo de los cuidados en general y, en particular, los que afectaron a las limitaciones de visitas a las residencias de personas mayores en Noruega, así como a quienes recibían ayuda en sus domicilios y sus respectivas actividades sociales. La autora del estudio al respecto, Anne Skevik Grødem, señala que, aunque las situaciones y necesidades vitales fueron tenidas en cuenta, durante y tras el COVID-19, las personas cuidadoras terminaron asumiendo una carga adicional de cuidados, que ha derivado en una preocupación generalizada sobre el bienestar de las personas mayores con necesidades de cuidados en Noruega.

La afectación a la sociabilidad de la pandemia de COVID-19 en el caso de los segmentos de personas mayores de 40 años en Países Bajos, fue objeto del estudio SaNAE, realizado por Lisanne C.J. Steijvers, Stephanie Brinkhues y Nicole HTM Dukers-Muijrers, quienes sostienen que la salud pública en tiempos de pandemia, y más allá, debería incluir estrategias para promover redes sociales sólidas para todas las personas y, en particular, para los subgrupos más vulnerables. Los resultados de la investigación evidencian que se produjeron disminuciones promedio del tamaño de la red social durante la pandemia, con sustancial heterogeneidad en el caso de algunas subpoblaciones: los hombres, las personas mayores de 70 años y las personas con educación vocacional, mostraron disminuciones marcadas y sustanciales en el tamaño de sus redes sociales.

Las políticas y acciones pospandemia, según el artículo publicado por Robin Hewings, han de reducir las posibilidades de que las personas experimenten situaciones de soledad, comenzando por el diseño de los espacios urbanos. Con este objetivo, R. Hewings formula una serie de recomendaciones que se orientan a proteger y crear lugares menos solitarios y más amigables; a hacer partícipe a la población local en la formulación de políticas en materia de entornos construidos; a conectar estas labores con mejoras locales que aborden la soledad; a construir una conexión entre el trabajo de planificación y ejecución de un entorno construido menos solitario con mejoras en vivienda, transporte, empleo, educación, salud, cultura y ocio que contribuyan a mitigar la soledad; y a emprender nuevas investigaciones para explorar y conocer los mecanismos de conexión entre tipos específicos de lugares y experiencias exitosas en la reducción de la soledad.

Por último, el libro recoge una iniciativa pospandemia enfocada a la medición de la conexión social en las residencias de personas mayores, por su carácter esencial para prevenir la soledad. Partiendo de que las fórmulas de medición actual pueden resultar inapropiadas, Jennifer Bethell y Andrew Sommerlad ilustran con su estudio SONNET los avances logrados en este sentido para contribuir a la mejora de la atención, la salud y la calidad de vida en las residencias de personas mayores.

Neodemos es un foro italiano independiente de observación, análisis y elaboración de propuestas de carácter sociodemográfico y político en torno a los grandes cambios demográficos que afectan a la organización de la sociedad, la estructura familiar, la relaciones entre generaciones, la desigualdad y la pobreza, las migraciones internacionales o la movilidad interna en el mundo.

N-IUSSP es una revista creada en 2015 que publica artículos sobre participación pública en un amplio abanico de aspectos temáticos, incluidos los referidos a los cambios demográficos de la población mundial.

Si desea ampliar esta información, puede acceder a los contenidos del libro electrónico "Soledad y exclsuion social entre personas mayores en Europa durante la pandemia de COVID-19" (Loneliness and social exclusion among older Europeans before and during the COVID-19 pandemic), publicado por Neodemos y N-IUSSP en 2023.