La memoria 2022 de ERDU advierte que el 90% de las personas usuarias del programa contra las adicciones presenta alguna patología mental
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Vitoria-Gasteiz, 31/05/2023
Las adicciones y la salud mental están profundamente interconectadas, a menudo funcionando en un ciclo perjudicial. Esta es una de las conclusiones que se apuntan en la memoria 2022 de ERDU, el programa del Gobierno Vasco dedicado a atender a personas con adicciones y en situación de alta vulnerabilidad social en Euskadi. De las 270 personas atendidas el pasado año en el programa ERDU, 237 (88%) eran adictas y 243 (90%) presentaban problemas de salud mental.
"Las personas que sufren de problemas de salud mental pueden recurrir a sustancias adictivas para autotratar sus síntomas, buscando un alivio temporal, a pesar de los efectos perjudiciales a largo plazo. A su vez, el abuso de estas sustancias puede agravar las condiciones de salud mental existentes o incluso contribuir al desarrollo de nuevas", explica Nerea Melgosa, consejera de Igualdad, Justicia y Política Sociales.
Los hombres tienden a sufrir adicciones en tasas más altas que las mujeres, con 238 de usuarios, lo que se corresponde con el 88% de las personas usuarias. "Hay muchos factores que aún no se comprenden completamente y contribuyen a esa discrepancia. Cada individuo es diferente y hay muchas variaciones dentro de cada género. Por lo tanto, es importante evitar generalizaciones y estereotipos cuando se habla de adicción", aclara Melgosa.
Los datos de las personas usuarias revelan una diversidad notable en las franjas de edad. En el grupo más joven, de 18 a 25 años, se encuentra el 23% de las personas usuarias; un poco más del cuarto, el 26%, está en la franja de 26 a 35 años; mientras que la mayor proporción se encuentra en el grupo de 36 a 59 años, casi la mitad de las personas atendidas, con un 46%. Por último, aunque no son mayoría, es importante resaltar que hay un 5% de usuarios y usuarias mayores de 60 años, lo que demuestra que esta problemática abarca todas las edades.
La memoria también visibiliza la situación de vulnerabilidad residencial que sufren estas personas. 197 (73%) de las personas atendidas se encontraban en situación de sinhogarismo o infravivienda.
"La adicción puede ser una causa directa de la falta de vivienda, ya que las personas con adicción a menudo se enfrentan a dificultades económicas, pérdida de empleo, rupturas familiares y sociales, todo lo cual puede conducir a la falta de vivienda. Por otro lado, las condiciones de vida en la calle pueden llevar a las personas sin hogar a recurrir al uso de sustancias como una forma de manejar su situación y escapar temporalmente de su realidad", comenta Melgosa.
Respecto a los tipos de adicciones, la mayoría de las personas presentaba problemas de alcoholismo, lo que supone un 28% del total; además hay un 13,7% consumidora de heroína; un 12,2% de cocaína, un 11,5% de cannabis y un 8% de Lyrica.
El objetivo del programa es interconexionar, alrededor de la persona, recursos de los distintos sistemas (servicios sociales de base, centros de salud mental, centros sociales de secundaria, albergues, centros de baja exigencia, Ertzaintza, Lanbide, etcétera). De esta manera, se contribuye a reducir la conflictividad, a mejorar los flujos de las personas entre sistemas y recursos, así como el acceso de las personas más vulnerables al ejercicio de sus derechos. El pasado año, 108 personas lograron cumplir los objetivos que los equipos de atención marcaban para mejorar su situación.
"A pesar del impacto y del cambio positivo que estamos logrando, las conclusiones de esta memoria enfatizan la necesidad continua de un enfoque de atención comunitaria de proximidad. Es fundamental que continuemos trabajando para visibilizar a estas personas, brindarles apoyo emocional y médico inicial, y ayudarlas a conectarse con los recursos y servicios disponibles", concluye Melgosa.
Sobre ERDU
El programa ERDU-Intervención de Proximidad en Adicciones, fue puesto en marcha durante la pandemia para abordar nuevos retos frente a las adicciones en Euskadi. Cuenta con la participación de la Asociación Guipuzcoana de Investigación y Prevención del Abuso de las Drogas (Agipad), de la Fundación Etorkintza y de la Fundación Gizakia en Bizkaia y la Fundación Jeiki en Álava.
Mediante unidades móviles especializadas de atención, se desplazan a los recursos que así lo precisan para ofrecer una atención en adicciones complementaria al trabajo que allí se está haciendo. El objetivo es realizar una atención sanitaria y educativa en coordinación con servicios de Salud y Sociales para mejorar la situación de salud mental, física y psicológica de las personas atendidas.
Los equipos están compuestos por profesionales de Psicología Clínica, Medicina, Enfermería y Psiquiatría, Trabajo Social y Educación Social.
Enmarcado dentro de la Estrategia de Atención Socio-sanitaria de Euskadi 2021-2024, el programa cuenta con un presupuesto anual de 250.000 euros proveniente del Fondo Inor Atzean Utzi Gabe, que surgió para dar respuesta a situaciones de riesgo, exclusión y/o pobreza derivadas o agravadas por la Covid- 19.
NÚMERO DE PERSONAS ATENDIDAS
2020
2021
2022
2023
Araba
22
28
14
4
Bizkaia
209
202
199
111
Gipuzkoa
130
204
57
40
Total
361
434
270
155
NÚMERO DE COORDINACIONES
2020
2021
2022
2023
Araba
150
117
41
28
Bizkaia
548
1.178
1.387
456
Gipuzkoa
116
550
452
98
Total
814
1.845
1.880
582
Más información:
Informe ERDU 2002-23 [pdf]