Plan Regional de Servicios Sociales 2025-2028.

I. Comunidad Autónoma

3. Otras disposiciones

Consejería de Política Social, Familias e Igualdad

Resolución

Con fecha 22 de mayo de 2025, el Consejo de Gobierno aprobó el Plan Regional de Servicios Sociales, 2025-2028, en cumplimiento del artículo 56 de la Ley 3/2021, de 29 de julio, de Servicios Sociales de la Región de Murcia, como el instrumento de planificación que tiene por objeto ordenar el conjunto de medidas, recursos y acciones necesarias para la consecución de los objetivos de la política de servicios sociales.

Dado su carácter de instrumento de planificación, resulta necesario dar difusión, a través de su publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM), a los efectos de facilitar su conocimiento y ejecución por todos los actores sociales y profesionales que intervienen en el ámbito de los Servicios Sociales, de otros ámbitos de gestión pública y por la ciudadanía, en general.

Resuelvo

Publicar en el Boletín Oficial de la Región de Murcia el texto de "Plan Regional de Servicios Sociales 2025-2028",

Murcia, a 26 de mayo de 2025. El Secretario General, Leopoldo Olmo Fernández-Delgado.

1.- PRESENTACIÓN.

La Ley 3/2021, de 29 de julio, de Servicios Sociales de la Región de Murcia (en adelante, LSSRM) contiene, en su artículo 56, el mandato de elaborar un Plan Regional de Servicios Sociales (en adelante PRSS), con una vigencia de 4 años, configurándolo como:

El instrumento de planificación que tiene por objeto ordenar el conjunto de medidas, recursos y acciones necesarias para la consecución de los objetivos de la política de servicios sociales.

En cuanto a la naturaleza jurídica, la aprobación del Plan adopta la forma de Acuerdo de Consejo de Gobierno, conforme a lo dispuesto en el párrafo 1.º del artículo 25.2 de la Ley 7/2004, de organización y régimen jurídico de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Por otra parte, la planificación en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en materia de servicios sociales estuvo determinada, desde el año 2016 hasta el 2020, por los contenidos de las Líneas Estratégicas de Acción Social (en adelante LEAS) impulsadas por la consejería competente en materia de política social. Éstas pretendían orientar las actuaciones de la política regional de servicios sociales, así como servir de punto de referencia para la futura planificación general y sectorial.

En este sentido, las LEAS recogían 11 objetivos generales encuadrados principalmente en el marco del Sistema Público de Servicios Sociales, y tras su desarrollo y posterior evaluación, se evidenciaron aquellos aspectos en los que se ha de seguir trabajando para la consecución de un sistema público eficaz y eficiente, y que han sido el punto de partida para la elaboración del presente Plan.

Estos dos elementos, la LSSRM y las LEAS, son la base inicial del PRSS. Por un lado la LSSRM constituye el marco normativo para su definición y desarrollo y, por otro, las LEAS son el referente más cercano y completo de una planificación estratégica realizada en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en este ámbito.

Como se ha indicado, la LSSRM al definir el plan incluye cuál ha de ser su finalidad, es decir, para qué se realiza el Plan. Así, señala que tiene por objeto el ordenamiento de las actuaciones relativas a la política de servicios sociales.

Una de las acepciones de la palabra "ordenar" es, según el diccionario de la RAE, encaminar y dirigir algo a un fin. Así pues, si el Plan ha de ordenar las actuaciones de la política social de la Región de Murcia, las propias actuaciones han de responder a unos objetivos, agrupados en unas líneas estratégicas y ejes de actuación, los cuales concretan el escenario que se pretende alcanzar a fin del PRSS en 2028. En total el presente plan consta de:

• Ejes estratégicos: 7

• Líneas estratégicas: 21

• Objetivos específicos: 75

• Acciones: 208

Si la LSSRM y las LEAS son el punto de partida del PRSS, los escenarios descritos son el destino al que se desea llegar. Éstos se han definido de manera sintética a partir de las aportaciones de todo un conjunto amplio de agentes e instituciones, relacionados con los servicios sociales, que han participado de manera activa en la elaboración del presente Plan, gracias a su conocimiento de la realidad social murciana.

Esta participación, promovida por la Dirección General competente en materia de servicios sociales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se ha realizado en dos sentidos:

Por una parte, se elaboró un diagnóstico previo con el fin de detectar dos elementos fundamentales:

• Las necesidades y problemáticas sociales que sufre parte de la población de la Región de Murcia.

• Los déficits de funcionamiento del Sistema de Servicios Sociales de la Región de Murcia.

Por otra parte, se recogieron las aportaciones de los centros directivos de la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad y del Instituto Murciano de Acción Social (en adelante IMAS).

Con todo ello y con el trabajo realizado por el equipo técnico constituido para la elaboración del Plan, se ha procurado incluir todos los elementos que el artículo 56 de la LSSRM, en su apartado 4, indica que han de incorporarse en el PRSS, además de un análisis del contexto social y de la perspectiva de género, de la población de la Región de Murcia en diferentes ámbitos: sociodemográfico, socioeconómico, socioeducativo, sociosanitario, de exclusión social, así como la situación en el que se encuentran los servicios sociales en la actualidad. A través de este análisis se pretende ofrecer una imagen de las principales dimensiones que se asocian a las necesidades sociales y que pueden mostrar la situación del conjunto de la población de la Región de Murcia en aquellos aspectos relacionados con el Sistema de Servicios Sociales.

Todo lo descrito da como resultado el presente Plan Regional de Servicios Sociales de la Región de Murcia, después de un proceso de consulta pública y contando con las aportaciones de los centros directivos de la Consejería de Política Social Familias e Igualdad e IMAS.

2 MISIÓN Y VISIÓN DEL SISTEMA DE SERVICIOS SOCIALES.

2.1. Misión

Para establecer de un modo riguroso la misión del Sistema de Servicios Sociales, es necesario partir del contexto actual, caracterizado por una serie de cambios sociales y económicos afectados por el acelerador que suponen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante TIC). Las nuevas y más numerosas necesidades de atención, junto con la disminución de los recursos informales vinculados a la esfera familiar y comunitaria producen lo que se ha dado en denominar "crisis de cuidados".

Por otra parte, la propia dinámica social está extendiendo las necesidades sociales a todos los estratos de la sociedad, al tiempo que se genera una mayor diversificación y complejidad en las demandas sociales. Esto hace que no sea posible mantener las respuestas "clásicas" y estandarizadas, ante necesidades personalizadas que implican la intervención transversal de varios sistemas de protección social y niveles administrativos.

Por último, en esta descripción de tendencias es necesario referirse a la progresiva consolidación normativa de las respuestas a las necesidades sociales, convirtiendo en derechos subjetivos de garantía pública universal lo que antes eran prestaciones condicionadas a la disponibilidad presupuestaria.

La centralidad de estos cambios exige que la misión del nuevo Sistema de Servicios Sociales, tal y como establece la LSSRM y se concreta en el presente Plan, sea reorientar los recursos de servicios sociales de manera que se conviertan en un conjunto articulado de prestaciones y servicios flexibles y personalizados, que conformen un sistema estructurado con entidad propia, de carácter universal y responsabilidad pública, y que recoja la pluralidad de agentes que intervienen en el mismo como administraciones públicas, entidades del tercer sector de acción social o la iniciativa privada mercantil.

En última instancia, la misión del Sistema de Servicios Sociales debe ser, a partir de la configuración que se acaba de describir en el párrafo anterior (estructuración, entidad propia, flexibilidad, universalidad, responsabilidad pública y pluralidad) garantizar la cobertura de las necesidades personales básicas y sociales, con capacidad de adaptación a las que surjan en el futuro, promover la autonomía de las personas y su capacidad de ejercer todos los derechos y de participar activamente en la comunidad política.

De otro lado, se ha pretendido que los objetivos y líneas en los que se ha organizado el Plan sean la expresión de 7 grandes ejes estratégicos en los que se estructura el mismo y que, a su vez, estos ejes puedan interpretarse secuencialmente como el relato de la misión que se pretende cumplir con su puesta en práctica.

Dichos ejes estratégicos de actuación del plan son los siguientes:

Eje A. UN SISTEMA INTEGRADO DE RESPONSABILIDAD PÚBLICA SUSTENTADO EN LOS SERVICIOS DE ATENCIÓN PRIMARIA

Eje B. UN SISTEMA BASADO EN EL CONOCIMIENTO Y LAS TIC Y FACILITADOR DE LA INNOVACIÓN

Eje C. UN SISTEMA QUE INCLUYA PRESTACIONES ADECUADAS, SUFICIENTES Y DE CALIDAD

Eje D. UN SISTEMA QUE CUENTE CON UN MODELO DE FINANCIACIÓN Y EQUIDAD TERRITORIAL

Eje E. UN SISTEMA QUE PROPORCIONE RESPUESTAS TRANSVERSALES QUE FOMENTEN LA INTERCONEXIÓN DE LAS POLÍTICAS SOCIALES Y GARANTICEN LA ATENCIÓN INTEGRAL DE LAS PERSONAS

Eje F. UN SISTEMA QUE PROVEA RECURSOS DE FÁCIL ACCESO, CENTRADOS EN LA PERSONA Y DE RESPUESTA RÁPIDA

Eje G. UN SISTEMA ABIERTO QUE PROMUEVA LA TRANSPARENCIA, LA INTEGRIDAD PÚBLICA Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA PARA LOGRAR LA COHERENCIA DE LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO

2.2. Visión

Los contenidos de la LSSRM junto con las propuestas técnicas de las personas participantes en la elaboración del Plan, dibujan un escenario deseable para el sistema de servicios sociales que debe ser el resultado de la misión contenida en el apartado anterior. Esta visión debe ser el punto de referencia que oriente la acción política y profesional, en la medida en que constituye el lugar al que queremos llegar.

Este escenario de futuro, descansa sobre algunos pilares que han de sostenerlo. Concretamente el Sistema de Servicios Sociales debe ser:

1. Un sistema con capacidad y agilidad de respuesta a las necesidades sociales. En este punto son fundamentales como visión de futuro:

a) Contar con prestaciones suficientes y adecuadas.

b) Disponer de los recursos humanos necesarios en la atención primaria y en los servicios especializados.

c) Extender la informatización a la gestión.

d) Adecuar los procedimientos administrativos a la realidad de las necesidades personales básicas y sociales.

2. Un sistema interconectado y plural. Las necesidades que se pretenden cubrir son multidimensionales e implican la intervención de recursos del sistema de servicios sociales y de otros sistemas de protección social (salud, empleo, educación y vivienda), la participación de distintos niveles administrativos y tipos de servicios (atención primaria y servicios especializados) y la intervención de diferentes agentes sociales.

Estas características exigen la creación de una estructura en red sólida, basada en la interconexión fluida entre los distintos agentes, lo que nos remite a la puesta en práctica del concepto de gobernanza en todas sus versiones, bajo el liderazgo de la Administración regional.

3. Un sistema centrado en la persona, como receptora de las prestaciones y como integrante de la ciudadanía que participa en los asuntos públicos. No es el "entramado" específico de necesidades de la persona el que debe ajustarse a las estructuras de los servicios sociales, sino a la inversa, lo que implica crear nuevas formas de trabajo y figuras profesionales en la intervención. Además, los servicios sociales deben mirarse en el espejo de una ciudadanía activa que tiene el derecho de valorar lo que recibe y proponer lo que necesita.

4. Un sistema basado en el conocimiento y que apueste por la innovación. No es posible gestionar los sistemas complejos, como es el de servicios sociales, sin la obtención y tratamiento de la información que genera el propio sistema y el entorno en el que actúa. Necesitamos conocer de forma objetiva el perfil de las personas usuarias, sus necesidades y demandas, y los resultados que las actuaciones de los servicios sociales generan en ellas, para acercarnos progresivamente a las soluciones más adecuadas. Además, sólo desde el conocimiento compartido es posible romper las inercias ineficaces y fomentar la innovación.

VISIÓN

3. PROCESO DE ELABORACIÓN.

El proceso de elaboración del PRSSRM ha tenido como condición sine qua non la participación del mayor número de instituciones, agentes y personas posible. La Dirección General de Servicios Sociales, Tercer Sector y Gestión de la Diversidad, ha impulsado esta participación desde el convencimiento firme de la necesidad de una colaboración conjunta de todos los sectores que, de un modo u otro, tienen relación con la protección social.

Con esta condición, el proceso se inicia en el mes de diciembre del año 2021 y se concreta en las siguientes 4 fases:

- 1.ª Preparación.

- 2.ª Diagnóstico.

- 3.ª Elaboración del Plan.

- 4.ª Consulta pública.

1.ª Fase. Preparación

En la fase de preparación, tal y como establece la propia LSSRM, se ha llevado cabo la evaluación de lo que podría ser considerado el anterior Plan de Servicios Sociales, que en este caso se refiere a las Líneas Estratégicas de Acción Social cuyo periodo de vigencia fue desde el año 2016 hasta el año 2020.

Tras esta evaluación, el siguiente paso fue la constitución del equipo técnico que ha trabajado en el proceso de elaboración del Plan. Dicho equipo estaba formado por profesionales de la consejería competente en materia de servicios sociales y del IMAS.

2.ª Fase. Diagnóstico

En la segunda fase, se realizó un diagnóstico que comprendía tres dimensiones distintas:

• Análisis de las necesidades y problemáticas sociales que afectan actualmente a la población de la Región de Murcia.

• Estudio de los déficits de organización y respuesta del Sistema de Servicios Sociales.

• Examen del contexto social de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, comparado con el resto de las comunidades autónomas, e incorporando la perspectiva de género.

Para el análisis de las necesidades y problemáticas sociales, y el estudio de los déficits del sistema, se diseñó la creación de cinco grupos focales.

Estos grupos estaban integrados por responsables políticos y profesionales con experiencia en la prestación de servicios sociales en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia: entidades locales, tercer sector de acción social y Administración regional, expertos de distintos colegios profesionales relacionados con la intervención social y del ámbito universitario, así como responsables políticos y técnicos de otras administraciones públicas.

De esta manera, 45 personas, distribuidas en cinco grupos participaron, en dos sesiones distintas, una para la definición de las necesidades sociales y otra para la identificación de los déficits que el Sistema de Servicios Sociales tenía que corregir.

La información obtenida en los grupos focales fue analizada y sistematizada dando como resultado una serie de déficits concretos del sistema, así como distintas problemáticas sociales relacionadas con una variedad de situaciones, algunas ya conocidas, y otras de nueva o reciente aparición.

Tras los grupos focales se celebró una jornada de trabajo el día 16 de mayo de 2022.

Dicha jornada estuvo distribuida en dos partes: la primera en la que se presentaron los resultados del trabajo realizado con los grupos focales y, por otra, dos presentaciones, donde se expusieron aspectos relacionados con el funcionamiento del sistema de servicios sociales en general y en la Comunidad Valenciana en particular.

La segunda parte de la jornada, consistió en la realización de cuatro grupos de trabajo, integrados por profesionales de distintos ámbitos sociales, donde se encontraban, algunas personas que ya participaron en los grupos focales, y nuevas incorporaciones. En total, participaron 58 personas con perfiles y procedencia profesional distintos.

El propósito de los grupos de trabajo era el de priorizar aquellos déficits, expuestos en la presentación inicial, según orden de importancia para el desarrollo del Sistema de Servicios Sociales. De Igual modo, una vez establecida dicha priorización, se invitó a que se realizasen propuestas de mejora para cada uno de ellos.

La pretensión de esta jornada de trabajo fue la de devolver los resultados obtenidos en los grupos focales y promover de nuevo la participación del mayor número de personas en el proceso de elaboración del Plan.

Finalmente, la fase de diagnóstico se completa con el examen comparado del contexto social de la Región de Murcia. Dicho examen incorpora comparativas entre la Región de Murcia y el resto de las comunidades autónomas de distintos datos relacionados, entre otros, con la situación sociodemográfica, socioeconómica, sociosanitaria o de servicios sociales.

Igualmente, se realiza una comparativa teniendo en cuenta la perspectiva de género, con el fin de reflejar las posibles desigualdades que existen entre mujeres y hombres en los distintos escenarios analizados.

Los resultados de las tres dimensiones del diagnóstico (necesidades y problemáticas sociales, déficits del sistema y contexto social) se incluyen en sus correspondientes epígrafes, con el fin de ofrecer una imagen precisa de las características de cada una de ellas.

3.ª Fase. Elaboración del Plan

Si bien, todo lo contenido en estas páginas es parte del PRSS, la piedra angular que configura el objeto fundamental de su elaboración, es el establecimiento de las líneas estratégicas que guiarán la política de servicios sociales de la Región de Murcia en los próximos cuatro años, así como, los objetivos estratégicos ligados a ellas, y las acciones precisas para el cumplimiento de dichos objetivos.

4.ª Fase. Consulta pública

Tras su aprobación por el equipo técnico se sometió a consulta pública en la Plataforma de Participación de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, manteniéndose 45 días a disposición de todas aquellas personas e instituciones que quisieron hacer aportaciones. Dichas aportaciones se estudiaron y, en su caso, se incorporaron al presente Plan.

4. DIAGNÓSTICO.

Como ya se ha señalado, el análisis de las necesidades y problemáticas sociales se realizó mediante la configuración de cinco grupos focales.

El objetivo principal de las primeras sesiones de cada grupo, consistió en la identificación de las situaciones de necesidad y problemáticas sociales que eran consideradas más importantes.

Por tratarse de un plan de carácter estratégico, se indicó a las personas participantes que la prioridad era obtener los problemas que afectaran a la mayoría de colectivos y sectores de población. No obstante, en los distintos grupos, se determinaron algunos problemas y necesidades relacionados con sectores o colectivos concretos que, por su gravedad o emergencia, se consideró incluirlos como situaciones relevantes.

Tras la aportación de cada integrante, en cada grupo se expusieron entre 20 y 30 situaciones específicas relativas a las necesidades de la población vulnerable y/o problemáticas sociales. De éstas, se realizó una categorización para su puesta en común, debate y concreción final. Dicha categorización es la que se presenta a continuación.

4.1. Problemas y necesidades sociales

Reconocimiento y accesibilidad al Sistema de Servicios Sociales

Como primera categoría se constata una necesidad de reconocimiento del Sistema de Servicios Sociales de la Región de Murcia como sistema con entidad propia y reconocible, para que evidencie su carácter como cuarto pilar del estado de bienestar, junto con el sistema sanitario, el educativo y el sistema de pensiones públicas.

Asimismo, se exponen diversas dificultades en el acceso al Sistema que afectan a una parte importante de la población, y que están relacionadas con la digitalización del acceso, el desconocimiento de la cobertura del Sistema de Servicios Sociales de la Región de Murcia o la visibilidad del mismo.

Dimensión comunitaria

Se reconoce la necesidad de fortalecer la atención comunitaria a través de un diseño metodológico que aproxime los profesionales a las personas y que se complemente con el apoyo de los recursos existentes en el entorno.

De igual modo, se requiere el impulso de la acción comunitaria, mediante la participación ciudadana en la solución de los problemas sociales y promover las redes de apoyo en el ámbito territorial, más allá del voluntariado.

Necesidades transversales

La cobertura de las necesidades personales básicas sigue siendo una de las problemáticas que han de acometerse, vinculadas además a ingresos económicos insuficientes y a las dificultades en el acceso a la vivienda.

Las necesidades de autonomía y promoción personal para las personas en situación de dependencia aparecen como situaciones que se verán agravadas en el futuro. En este contexto, los recursos de carácter sociosanitario se consideran fundamentales.

Problemas asociados a colectivos y/o situaciones concretas

Junto a las anteriores, se constatan problemas o necesidades vinculadas a personas inmigrantes (acceso a servicios básicos, integración sociocultural, regularización administrativa etc.); menores (absentismo, abandono o fracaso escolar, pobreza, situaciones de desamparo etc.); violencia contra las mujeres (violencia de género, y violencia vicaria); personas sin hogar; auge de las situaciones de discriminación (homofobia, xenofobia); o las necesidades de inclusión sociolaboral de las personas en situación de riesgo y/o exclusión social, se indican como problemas concretos de colectivos determinados que han de seguir integrados en las actuaciones del Sistema de Servicios Sociales.

Exclusión social cronificada

La exclusión social estructural aparece como uno de los más graves problemas aún sin resolver. Radicada en áreas concretas, se caracteriza por una transmisión intergeneracional de la pobreza que afecta a un porcentaje significativo de población donde el principal factor es la cronificación de la carencia material severa y la dificultad de intervención para su erradicación.

Equidad territorial

Como en diagnósticos anteriores, se advierte como problemática la concentración de los servicios en grandes áreas de población, lo que conlleva que en función del territorio de residencia las posibilidades de acceso a los recursos sean distintas.

Problemas emergentes

Por último, además de las necesidades y problemáticas tradicionales, se han señalado otras situaciones de reciente aparición, o que han sufrido un incremento en su incidencia en la población.

En este caso, son los y las jóvenes las personas más afectadas, apareciendo como los principales perjudicados de situaciones ligadas a problemas de salud mental, asociados a su vez a nuevas situaciones de adicción como el juego o las redes sociales, así como las drogas o el alcohol.

A su vez, las situaciones de violencia contra las mujeres menores o adolescentes, emergen de manera importante.

4.2. Déficits del Sistema de Servicios Sociales

De igual modo que las necesidades y problemáticas sociales, el análisis de los déficits del Sistema de Servicios Sociales se realizó a partir de las intervenciones de las y los profesionales y personas expertas que participaron en los grupos focales.

De este proceso, y tras su debate, reflexión y análisis se establecieron los siguientes déficits, que se organizan en las siguientes categorías:

Visión estratégica

Se reclama un mayor liderazgo de las administraciones públicas, para establecer la visión estratégica del conjunto del Sistema de Servicios Sociales.

Esta visión estratégica incluye planes estratégicos y/o sectoriales, a medio y largo plazo, que puedan ser evaluados, y donde se definan las funciones de cada uno de los agentes de atención social (Administración pública, entidades del tercer sector de acción social y de iniciativa privada mercantil).

Estructura organizativa

Se advierte una excesiva fragmentación y departamentalización de la estructura organizativa tanto en la Administración regional como local, lo que introduce dificultades en el acceso a los recursos sociales por parte de la ciudadanía, así como posibles problemas de coordinación.

Asimismo, se manifiesta la necesidad de una mayor estabilidad en las jefaturas y personal técnico con el fin de facilitar la consolidación de líneas de trabajo.

Cultura organizativa

La necesidad de fomentar una actitud favorable a la planificación y evaluación de actuaciones, es un aspecto relevante en las aportaciones de la mayoría de participantes en los grupos focales.

Por otro lado, se considera que la inercia administrativa y la resistencia al cambio provocan dificultades en la modificación de los procedimientos y recursos establecidos.

Recursos humanos

Se reclama un mayor cuidado de las y los profesionales de la intervención social. La carga de trabajo y el estrés están generando desmotivación en el personal.

Asimismo, se reconoce la necesidad de una formación continua a profesionales, así como una concreción en los perfiles profesionales y funcionales de cada puesto.

En lo que respecta a la atención primaria, se destaca la no disposición de ratios de personal y composición de los equipos interdisciplinares. Del mismo modo, se reclama un diseño común de programas en todos los centros de servicios sociales.

Gestión de procedimientos

Se señala que el procedimiento administrativo no se adecúa al ámbito de los servicios sociales, dificultando la respuesta de éstos a las demandas de la ciudadanía y alargando los tiempos de respuesta.

Dificultad en la tramitación de solicitudes de prestación o servicio. El excesivo requerimiento de documentación, que por otro lado ya tiene la Administración pública, provoca una ralentización innecesaria.

En atención primaria, además de lo ya indicado, se destaca el exceso de carga administrativa que comporta una merma en el tiempo de dedicación de las y los trabajadores a la intervención social.

Servicios y prestaciones

Se advierten deficiencias concretas en los recursos destinados a:

- Personas dependientes.

- Cobertura de necesidades básicas.

- Programas de integración sociolaboral.

- Centros de acogida.

- Vivienda social.

- Inmigración (acogida, integración cultural etc.).

- Emergencia social.

El acompañamiento social aparece como metodología de intervención, necesaria y adecuada, para la mayoría de las problemáticas asociadas a la exclusión social.

Tejido y trabajo comunitario

En la atención primaria, el ámbito comunitario se considera fundamental, tanto en la prestación de los servicios (permanencia en el entorno habitual de las personas y proximidad de los recursos) como en el fortalecimiento del tejido social y el trabajo en red. Asimismo, se propone impulsar la participación ciudadana y las redes de apoyo informales.

Modelo de financiación

Entre los déficits más destacados aparece el modelo de subvención para programas o proyectos plurianuales, considerando que es inadecuado para el mantenimiento de prestaciones estructurales y continuadas en el tiempo; se aconseja estudiar otros mecanismos que doten de mayor estabilidad y simplicidad a la financiación.

Además, se precisa una planificación y coordinación entre las distintas consejerías, y entre los centros directivos, para la financiación de programas y proyectos destinados al tercer sector de acción social y a las administraciones locales, con el fin de aumentar la eficiencia del gasto público.

Por otro lado, se estima necesario asegurar una financiación estable para los derechos subjetivos que debería garantizar la nueva ley de servicios sociales.

Otro aspecto general, es la mejora de la financiación del tercer sector de acción social, donde se considera que hay que dotarla de suficiencia y estabilidad, con el fin de fortalecer su funcionamiento y estructuras.

En el ámbito específico de la atención primaria:

1. El modelo de financiación para programas o proyectos plurianuales, así como para el mantenimiento de gastos estructurales de los centros de servicios sociales es inadecuado, en la medida en que mayoritariamente se basa en el sistema de subvenciones anuales.

2. Las diferentes fuentes de financiación para diversos programas, condiciona el funcionamiento y la organización de los servicios en los centros de servicios sociales, no pudiendo establecer programas de intervención con continuidad en el tiempo.

Conexión entre sistemas

Se advierte de la importancia de trabajar conjuntamente con los sistemas de empleo, salud, vivienda y educación, principalmente. Tanto en las actuaciones preventivas como en las intervenciones directas.

Del mismo modo, las personas participantes en los grupos, manifiestan que los Servicios Sociales de Atención Primaria son utilizados como mecanismo acreditador de situaciones carenciales para otros sistemas de política social.

Relaciones con el tercer sector

Se aconseja mejorar y aumentar la colaboración con las entidades del tercer sector de acción social, a través de una coordinación más precisa y constante, lo que es fundamental para el desarrollo de programas de protección social.

Sistemas de información

El Sistema de Servicios Sociales de la Región de Murcia adolece de mecanismos de información que puedan ser compartidos y utilizados por todos los agentes, y que ayudaría a la gestión de los recursos, la planificación, el seguimiento de las actuaciones y la evaluación de resultados.

Se reclama la historia social única como herramienta fundamental para la coordinación entre los distintos recursos.

Desequilibrio territorial en el reparto de recursos sociales

La distribución desigual de los recursos en el territorio regional (concentrados en las áreas con mayor población) produce desigualdades en el acceso de la ciudadanía a dichos recursos y dificulta el desarrollo de servicios en su entorno.

Innovación y transferencia de conocimiento

Se cree necesaria la colaboración fluida y estable con las instituciones académicas, los colegios profesionales, las entidades sociales y las administraciones públicas para el conocimiento de la realidad social y su análisis. La innovación en los servicios sociales pasa por la acumulación y distribución del saber teórico y la experiencia acumulada.

5. CONTEXTO SOCIAL.

En los últimos años, tanto en la Región de Murcia como en el resto de España, una serie de fenómenos que han influido de manera notable en la concepción y el funcionamiento del Sistema de Servicios Sociales. Por un lado, podrían constatarse aquellos fenómenos que, de manera lenta, pero constante, se han ido consolidando en el entorno social, llegando a tener un carácter estructural. Por otra parte, distintos acontecimientos coyunturales han incidido de modo importante en la sociedad española y murciana. Ambos tipos de eventos tienen gran influencia en los procesos y metodologías de intervención social que es necesario llevar a cabo.

En lo que respecta a los elementos estructurales, pueden considerarse aquellos relacionados directamente con los problemas y necesidades sociales. En los últimos tiempos, se ha constatado que estos problemas o necesidades sociales, los cuales si tiempo atrás eran contemplados como situaciones independientes (pobreza, desempleo, fracaso educativo, discapacidad etc.) ahora son vistos como fenómenos más complejos que han de contemplarse desde la perspectiva de la exclusión social, es decir, más holística e interrelacional. Así, por ejemplo, el fracaso escolar de los menores no sólo es producto de las capacidades cognitivas de éstos, si no que se relaciona directamente con otros factores como la renta familiar, el capital cultural o relacional del alumnado. Por otra parte, el envejecimiento de la población relacionado con las necesidades en salud; el paro con los bajos niveles educativos; o los bajos ingresos económicos ligados a variables como el desempleo o el sexo, convierten estas situaciones en problemas socioeconómicos, sociolaborales, socioeducativos o sociosanitarios, adquiriendo un carácter de problemas interconectados.

Asimismo, la aparición en la agenda social de las denominadas nuevas necesidades sociales, que se vinculan a la violencia de género, los conflictos familiares, las conductas disruptivas y adicciones de las y los jóvenes, la extensión de los problemas de salud mental, el aumento en la estructura demográfica de personas mayores y la soledad no deseada de los mismos, añade nuevos campos de actuación social, o amplia algunos ya existentes. Estas nuevas necesidades se han convertido en estructurales en tanto en cuanto están relacionadas con dinámicas sociales globales y estables.

Por otra parte, con respecto a los acontecimientos coyunturales, cabe señalar la crisis sociosanitaria provocada por la COVID-19. Esta crisis puso a prueba, no sólo el Sistema Sanitario de la Región de Murcia, sino que supuso una emergencia social sin precedentes que tensionó el Sistema de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. En este contexto, emergieron tanto potencialidades como debilidades del sistema de atención social, que han sido determinantes para vislumbrar ventajas y déficits del propio sistema.

Además, en este escenario se ha vuelto a reconocer la importancia que tiene la cobertura de las necesidades personales básicas de la población en riesgo de exclusión social y, sobre todo, el riesgo que tiene un sector significativo de la población de la Región de encontrarse en situaciones de vulnerabilidad social en los momentos de crisis que afectan al empleo o los ingresos económicos.

Se ha de tener en cuenta que, cada vez más, las sociedades están más expuestas a sufrir acontecimientos que afecten de manera negativa a las condiciones de vida de la ciudadanía. Los riesgos de nuevas crisis económicas, la migración provocada por conflictos bélicos en otros países o los fenómenos ligados a catástrofes naturales y el cambio climático, pueden influir de manera importante e ineludible en el Sistema de Servicios Sociales de la Región de Murcia.

Asimismo, se han evidenciado, desde hace años, una serie de déficits que hasta el momento no han podido solventarse en su totalidad: fuerte carga administrativa que asumen los y las trabajadoras de los Servicios Sociales de Atención Primaria, insuficiencia de medios personales, materiales y organizativos, así como estructuras administrativas obsoletas y anquilosadas que no han sido adaptadas a nuevas situaciones de necesidad.

Sin duda, estos hechos han tenido una repercusión significativa en la situación actual de la sociedad murciana con respecto a sus condiciones de vida. Según datos del último Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Región de Murcia de la Fundación FOESSA, un 25,4% de la población de la Región de Murcia se encontraba en situación de exclusión social severa o moderada en el año 2021, y un 39,2% en situación de integración precaria (Fundación FOESSA, 2022, pág. 36)

Ante este escenario, hay que señalar igualmente las potencialidades que pueden ser aprovechadas por el sistema de atención social: por una parte, la consolidación del sistema de la dependencia en la Región, que, si bien absorbe una parte importante de los recursos económicos del sistema público ha tenido un impacto positivo en la atención de las personas dependientes (mayores y con discapacidad).

Por otro lado, también se ha producido un fortalecimiento de la iniciativa social. El tercer sector de acción social ha de ser un actor fundamental en la lucha contra la exclusión social en colaboración estrecha con los servicios públicos. La mejora en la coordinación y su aporte en la planificación son indispensables para la configuración racional y efectiva de la atención social.

Asimismo, la conexión directa con otros sistemas de protección social (educativo, empleo, vivienda y sanitario) ofrece amplias posibilidades para la elaboración de enfoques de atención basados en la perspectiva de problemas múltiples que se mencionaron anteriormente.

Por último, las nuevas metodologías dirigidas a la atención y la acción comunitaria, pueden aportar innovadoras orientaciones para la mejora de las condiciones de los colectivos o territorios más desfavorecidos, donde las situaciones de exclusión han llegado a cronificarse, pasando de generación en generación.

Visto el contexto general en el que se encuentra la sociedad y los servicios sociales de la Región de Murcia, en particular, es preciso centrarse a continuación en aspectos concretos de distintos ámbitos mencionados previamente: sociodemográfico, socioeconómico, sociosanitario y el de servicios sociales.

Los datos que siguen, en los diferentes contextos, se abordan desde dos perspectivas distintas: por una parte, se exponen, en cada ámbito, los datos relativos a la Región de Murcia comparados con el resto de las comunidades autónomas o el promedio nacional. Por otro lado, se incorporan datos desagregados por sexo, lo que ofrece la necesaria perspectiva de género que es recomendable en cualquier análisis, estudio o diagnóstico social.

De esta forma, se consigue vislumbrar la posición que ocupa la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en el contexto español, así como, las desigualdades existentes en la Región, especialmente las que persisten entre hombres y mujeres.