BIM: Innovación digital al servicio de la obra pública

La transformación digital del sector de la construcción es toda una realidad. En el centro de esta evolución se encuentra el Building Information Modelling (BIM), una metodología de trabajo basada en la generación y gestión de modelos digitales tridimensionales que integran toda la información técnica y funcional de una infraestructura o edificio a lo largo de su ciclo de vida.

Impulsado por normativas europeas, estrategias nacionales y exigencias de sostenibilidad, el BIM se posiciona como un elemento clave en la modernización de los contratos públicos y en la mejora de la eficiencia, transparencia y calidad de los proyectos.

En concreto, la Subsecretaría de Transportes y Movilidad Sostenible lidera la implantación de esta forma de trabajo en todos los contratos públicos del Estado.

¿Qué es exactamente el BIM?

La traducción de BIM es "Modelado de la Información de la Construcción". Es una forma de trabajo en el sector de la construcción basada en la colaboración y que se materializa en torno a modelos digitales. Estos modelos digitales son representaciones 3D de las construcciones a las que se asocian diferentes tipos de información, como pueden ser costes o programación de actuaciones, por ejemplo: qué actuaciones de mantenimiento hay que hacer en un viaducto de carretera o cada cuánto tiempo hay que sustituir el balasto de una vía ferroviaria.

La metodología colaborativa del BIM permite centralizar toda la información de un proyecto en un modelo digital común y accesible a todos los agentes implicados: proyectistas, ingenierías, constructoras, dirección facultativa, promotores y operadores. Este modelo incluye datos geométricos y atributos técnicos, energéticos, económicos y temporales, lo que permite realizar simulaciones, análisis, planificación (4D), evaluación de costes (5D) y gestión del mantenimiento (6D).

¿Por qué empleamos el BIM en nuestros proyectos?

La colaboración que permite entre las distintas personas que trabajan en una infraestructura facilita que cada uno cree o modifique los modelos digitales y utilice o extraiga de ellos la información que necesite para su trabajo, lo que genera una reducción de plazos y costes en la ejecución de los contratos públicos con los que diseñamos, construimos y mantenemos nuestras infraestructuras. Es decir, ayuda a conseguir un gasto público más eficiente.

Beneficios del BIM:

• Mejora en la calidad del diseño: mediante la detección temprana de interferencias entre disciplinas (clash detection), se minimizan errores y se evitan sobrecostes durante la obra.
• Optimización de la planificación: gracias al uso de modelos 4D, se simulan fases constructivas y se ajustan tiempos y recursos.
• Control económico desde fases tempranas: al vincular el modelo con información de costes (5D), se obtiene una estimación precisa del presupuesto y se facilita el control financiero.
• Reducción del impacto ambiental: mediante simulaciones energéticas y gestión eficiente de materiales, se favorece la sostenibilidad y se minimiza la huella de carbono.
• Facilita la operación y mantenimiento de activos: los modelos BIM permiten digitalizar el "as built" y planificar el mantenimiento de infraestructuras, mejorando la gestión post-construcción (6D).
• Transparencia y trazabilidad: al registrar cada modificación y decisión, se mejora la trazabilidad y se facilita la rendición de cuentas.

Estos y otros beneficios figuran con detalle dentro de los recursos técnicos disponibles en la página oficial de la Comisión Interministerial BIM.

El BIM en los contratos públicos de construcción

Desde la Subsecretaría de Transportes y Movilidad Sostenible se lidera esta Comisión Interministerial para implementar la metodología BIM en todos los contratos públicos de construcción del resto de Ministerios. Por lo tanto, desde el Ministerio estamos ayudando a que otros ministerios, que son responsables de muchas obras públicas y edificaciones, se puedan beneficiar de las ventajas de BIM.

Nuestros edificios públicos, las presas con las que nos abastecemos de agua y que nos protegen frente a avenidas, las playas en las que disfrutamos nuestras vacaciones o las instalaciones del ejército, son algunos ejemplos de construcciones que utilizarán la metodología BIM gracias al Plan BIM en la contratación pública que hemos impulsado.

La implantación de BIM en España dentro del ámbito público responde a una estrategia estructurada. La Estrategia Nacional BIM establece su adopción progresiva en los contratos de redacción de proyectos, ejecución de obra y servicios de mantenimiento. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está liderando este cambio, incorporando requisitos BIM en sus licitaciones. Por ejemplo, en el ámbito de carreteras, se están aplicando metodologías específicas de modelado digital.

Un nuevo paradigma para la obra pública: BIM y más allá

BIM implica un cambio profundo en la forma de trabajar en el sector público: desde la redacción de pliegos con requisitos BIM, hasta la ejecución y gestión digital de las infraestructuras construidas. Requiere también una nueva cultura organizativa, formación específica y el impulso de estándares y entornos colaborativos.

La introducción de BIM supone un salto a un entorno digital global del sector de la construcción, y ayudará a utilizar tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial (IA) o el "Internet de las Cosas" en la gestión de nuestras infraestructuras.

Optimizar el tráfico en nuestras carreteras, adelantarnos en el tiempo a posibles incidencias en nuestras vías de tren, mejorar la competitividad de nuestros puertos y hacer más eficientes y sostenibles los diseños de nuestras obras son algunos de los ejemplos de las cosas que podremos hacer cuando empleemos la IA sobre los modelos BIM.