Qué es la huella de carbono y cómo se mide
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El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible impulsa diversas estrategias para mitigar la huella de carbono en el sector del transporte y las infraestructuras. A través de políticas públicas centradas en la movilidad sostenible, la descarbonización del transporte, el impulso del ferrocarril tanto para el transporte de mercancías como de viajeros y el fomento de biocombustibles, el Ministerio busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mejorar la calidad del aire y vida de la ciudadanía. Además, se implementan programas de eficiencia energética en las infraestructuras y planes de compensación de carbono mediante proyectos de reforestación y captura de CO2.
¿Qué significa la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente dióxido de carbono (CO2), emitidos directa o indirectamente por actividades humanas.
Se considera una herramienta clave para evaluar el impacto ambiental de individuos, empresas, productos y servicios, y es un complemento fundamental de la huella ecológica.
¿Cómo se mide la huella de carbono?
El cálculo de la huella de carbono se basa en tres alcances:
- Emisiones directas: consumo de combustibles en edificios y vehículos, y fugas en equipos de climatización.
- Emisiones indirectas: consumo de electricidad proveniente de fuentes externas.
- Otras emisiones indirectas: producidas por bienes consumidos, servicios subcontratados y viajes en transporte externo.
¿Cuál es la fórmula para calcular la huella de carbono?
La fórmula básica para medir la huella de carbono es: Huella de carbono = Nivel de actividad x factor de emisión.
En el sector del transporte, la variable de actividad hace referencia al consumo de combustibles fósiles como gasolina, gasóleo, gas natural y otros derivados del petróleo.
Las metodologías más utilizadas para medir la huella de carbono son:
- UNE-EN ISO 14064:2019: estándar para la cuantificación y reporte de emisiones y remociones de GEI.
- Protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol): desarrollado por el World Resources Institute y el World Business Council for Sustainable Development.
- ISO 14083:2023: norma específica para cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero en la cadena de transporte. Incluye tanto las emisiones directas por el consumo de fuentes de energía fósiles, como indirectas debidas a la extracción, transporte y transformación de las materias primas (petróleo y gas natural) para la producción de dichas fuentes de energía.
Origen del interés por la huella de carbono
El concepto de huella de carbono ganó relevancia a partir del informe «Our Common Future» de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, también conocido como Informe Brundtland (1987). Este informe fue un punto de inflexión para el desarrollo sostenible y la necesidad de reducir las emisiones de carbono para combatir el cambio climático.
Desde principios de los 2000, tanto gobiernos como empresas han impulsado el cálculo de la huella de carbono como parte del cumplimiento normativo (compliance) y la responsabilidad ambiental. Además, muchas organizaciones han adoptado estrategias de compensación de carbono, invirtiendo en proyectos de captura y almacenamiento de CO2 equivalente a su huella de carbono.
¿Qué instrumentos hay para medir y compensar la huella de carbono en España?
En España, las empresas pueden calcular y compensar su huella de carbono a través del Registro de Huella de Carbono, creado por el Real Decreto 163/2014. Este registro, de carácter voluntario, permite a las organizaciones cuantificar y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), además de acceder a proyectos forestales nacionales que absorben CO2 de la atmósfera, también conocido como secuestro de carbono.