El reto de abrir en tiempo récord 160 km de carreteras dañadas por la DANA en Valencia
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La recuperación de la movilidad viaria en València tras la DANA esconde una serie de hitos en materia de ingeniería por la complejidad de algunos de los proyectos y la rapidez en su ejecución. Y es que, en apenas 25 días, se ha logrado reabrir al tráfico los 160 km de carreteras de titularidad estatal afectadas por las devastadoras lluvias del pasado 29 de octubre, facilitando la vuelta a la normalidad en la provincia.
Para ello, se han movilizado más de 500 personas y 250 máquinas que han trabajado a tres turnos, día y noche, para limpiar de barro, vehículos (se ha retirado unos 1.600) y materiales las vías y para reponer y reconstruir pasos y desvíos en un tiempo récord.
El sábado 23 de octubre por la mañana se abrió al tráfico la N-322 a su paso por la pedanía de El Pontón (Requena), habilitándose los últimos 2 kilómetros que quedaban para restituir la red viaria estatal en su totalidad, a falta de uno de los ramales de acceso al polígono industrial de Reva (Loriguilla). Así, están operativas la V-31, V-30, A-3, A-7, N-3, N-330 y N-322 a su paso por la provincia de València y que quedaron dañadas con distintos grados de gravedad tras el paso de la DANA y las inundaciones.
Cabe destacar que desde el 3 de noviembre están operativos 118 km de la V-30, V-31, A-3 y A-7, al norte de la A-3, gracias a los trabajos de limpieza y reparación de desperfectos, como la reposición de señales, sistemas de contención... Para estas labores se han movilizado 300 técnicos y 100 máquinas.
A-7, un reto a contrarreloj
La construcción del desvío provisional de la A-7 sobre el Barranco del Poyo, en apenas 13 días, ha supuesto un gran reto para el Ministerio por la complejidad de la actuación y la perentoria necesidad de recuperar lo antes posible la funcionalidad de la circunvalación para oxigenar la movilidad interior de València y aliviar los atascos en la V-30 y V-31, carreteras que se pusieron en servicio la primera semana tras la DANA.
Y es que el desvío provisional, además de tener que estar preparado para soportar un tráfico medio diario de hasta 100.000 vehículos, debía ser capaz de aguantar el paso de otras DANAs. Así, para elevar la cota del desvío y permitir el drenaje del agua bajo la A-7, incluso en condiciones extremas, se han utilizado 250 marcos de hormigón de dos tamaños diferentes como base sobre la que se apoya la calzada que tienen capacidad para evacuar hasta 550 m3/segundo de agua.
Los marcos tienen dos tamaños (2x2 y 5,5x2) porque para levantar el desvío en un tiempo récord se adquirieron todos los que estaban disponibles en España (en stock) ya curados. Los marcos se colocaron en 34 horas, menos de la mitad de tiempo de lo previsto, lo que permitió acelerar los plazos para su puesta en servicio.
El desvío provisional, por el que se circula a una velocidad máxima de 60 km/h, tiene 550 metros de longitud y bordea los puentes colapsados. Está dotado de dos calzadas, una para cada sentido de circulación, con tres carriles de 3,50 metros de ancho, arcén interior de 1 m y exterior de 1,50 m, lo que permite dar continuidad a la traza de la carretera y absorber, actualmente, un tráfico medio diario de 80.000 vehículos.
Además de los marcos, para su construcción se han empleado:
- 1.320 toneladas de hormigón
- 110.000 toneladas de relleno
- 10.000 toneladas de zahorra artificial
- 8.500 toneladas de aglomerado para constituir las capas de firme
- 600 m de barreras de contención de vehículos (bionda)
- 1.400 m de barreras de hormigón tipo New Jersey
- Durante los trabajos para el extendido de tierras y hormigonado se movilizaron: 100 camiones, 3 bulldozers, 3 retroexcavadoras, 2 palas frontales, 1 fresadora y 4 rodillos compactador.
Las obras del desvío provisional comenzaron el pasado 31 de octubre a las 19.00 horas y finalizaron el 13 de noviembre por la tarde. La recuperación del tramo de la A-7 al sur de A-3, de 9 km, ha sido fundamental para devolver la funcionalidad al baipás de València y mejorar la movilidad metropolitana, ya que hace la función de cinturón que rodea la primera corona del Área metropolitana de Valencia, lo que permite circunvalar la ciudad de Valencia por el oeste.
Una vez concluido el paso, el Ministerio acelera los trabajos para reconstruir los viaductos colapsados y que la A-7 recupere su total normalidad. Ya se han derruido y el objetivo es levantar otros más resilientes a las fuertes lluvias con una dimensión más amplia.
Otras obras de emergencia
El desvío provisional de la A-7 es una de las obras de emergencia que el Ministerio activó en València tras el paso de la DANA. En concreto, habilitó unos 29 millones de euros de emergencia para reabrir la autovía, recuperar la N-330, cuya calzada había quedado fuertemente dañada (una parte desapareció), y reparar definitivamente la N-322 en Requena y la N-3 a su paso por Siete Aguas y Buñol. En total, unos 42 km con obras de emergencia en las que han trabajado unas 240 personas y 151 máquinas de forma simultánea.
Para continuar con los trabajos y reparar definitivamente algunos puntos de las carreteras, se ha habilitado una emergencia de 78 millones de euros y otra de unos 12 millones, lo que eleva a unos 120 millones de euros la inversión en reconstruir las vías estatales tras la DANA.
N-330 (20 km) y N-322 (2 km)
El pasado 20 noviembre, el Ministerio, a través de la Dirección General de Carreteras, restituyó completamente la circulación en la N-330. Ese día por la tarde pusieron en servicio los trabajos realizados en la N-330 en Talayuelas (km 230,5) y Landete (km 235,8), que permitieron recuperar un tramo de 10 km donde prácticamente había desaparecido la calzada.
En Talayuelas se restituyó definitivamente la funcionalidad de la vía con una obra de drenaje de mayor capacidad que la que había antes de las inundaciones. Así, se ha procedido a la reposición de plataforma completa sobre la obra de drenaje transversal, que consiste en un marco bicelular de 21,60 m (9x2 uds de dimensiones 1,5x2x2 m). Por su parte, el desvío provisional del Landete, de 300 metros, incluye una obra de drenaje transversal conformada por cinco tubos de hormigón de un metro de diámetro.
Unos días antes, el 11 de noviembre, se puso en servicio el desvío provisional de la N-330 en Utiel (km 194), con lo que se recuperan 10 km de la carretera, permitiendo disponer de un corredor de 36 km entre Utiel y Talayuela.
El desvío puesto tiene una longitud de unos 260 metros y una sección transversal de 9 metros, con 2 carriles de 3,5 m cada uno, arcén y berma de 0,5 m, respectivamente. Para reconstruir el paso sobre el cauce tras el colapso del pontón por el desbordamiento de un cauce del afluente de la Rambla de la Torre, la obra de drenaje realizada consta de 4 tubos de hormigón de 1 metro de diámetro.
En la N-322 en el Pontón - Requena se han reparado definitivamente los tramos de carretera de aproximación a la estructura sobre el río Magro, que se vieron dañados por las lluvias.
N-3 (11 km)
El viernes 8 noviembre por la tarde se reabrieron 11 km de la N-3, a la altura de Siete Aguas y Buñol (entre los km 294 y 299), tras habilitarse dos carriles provisionales mientras se trabaja en su reparación.
El Ministerio habilitó 4,2 millones de euros de emergencia para arreglar el firme y realizar las obras de drenaje que permitan volver a dejar esta vía en las mejores condiciones.
En otras, se están llevando a cabo las siguientes actuaciones:
- La explanada arrastrada por la crecida del río.
- El firme de la carretera y señalización horizontal.
- Las obras de fábrica aterradas por los arrastres del río.
- Restituir los accesos.
- Los elementos de balizamiento, señalización vertical y sistemas de contención de vehículos que la riada ha dejado inservibles.
- Las lluvias del 29 de octubre provocaron una extraordinaria crecida del caudal del río Buñol en el tramo que discurre paralelo a la carretera N-3, provocando severos daños como los producidos en la explanada y firme de la carretera, los sistemas de drenaje o barreras de contención de vehículos.
Polígono industrial de Reva
Por último, cabe señalar que el Ministerio está trabajando en reparar un talud en la zona del Barraco del Poyo que se llevaron las devastadoras lluvias y que afectado al acceso al polígono industrial de Reva (Loriguilla) a través de la A-3. Ya se ha habilitado el ramal del enlace sentido Valencia y seguirá cortado el ramal si vienes de Madrid hacia el polígono industrial hasta que no se acaben las obras para reparar de manera definitiva las estructuras.