¿Cómo será el Puerto de Barcelona el año 2030?
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El Puerto de Barcelona está en plena transformación para impulsar su descarbonización y mejorar su operativa y accesibilidad y convertirse en un puerto sostenible, limpio, accesible, digitalizado e integrado en 2030. El objetivo es liderar los cambios que se están produciendo a nivel mundial para atender a las necesidad de las personas, mejorando su integración, generando bienestar y contribuyendo a construir un futuro mejor.
Para ello actúa en tres ámbitos: implantar una operativa portuaria más sostenible y eficiente; mejorar su integración con la ciudad de Barcelona e impulsar una innovación que transforme la ciudad de Barcelona en el principal hub de economía azul del Mediterráneo.
En este sentido, uno de los objetivos estratégicos del Puerto de Barcelona es reducir las emisiones de C02 antes de 2030 y ser una infraestructura neutra en carbono en 2050 con la puesta en marcha de diversos proyectos como la electrificación de los muelles o la generación de energía verde renovables.
Electrificar los muelles y energías limpias
En verano 2024 entró en funcionamiento del primer Onshore Power Supply (OPS) o muelles electrificados para barcos portacontenedores en un puerto del sur de Europa, situado en la terminal Hutchison Ports BEST. Este sistema suministrará energía 100% renovable a los barcos cuando estén atracados, permitiendo que paren sus motores y reduciendo así una gran parte de las emisiones de la actividad portuaria.
La electrificación de los principales muelles del Port de Barcelona seguirá con el primer OPS para ferris en Grimaldi Terminal Barcelona y tendrá uno de sus puntos culminantes el año 2026, cuándo se electrifique la primera de las terminales de cruceros del muelle Adossat.
En este punto, cabe recordar que Gobierno ya ha autorizado licitar por unos 14,5 millones de euros (IVA no incluido) un contrato para la redacción, ejecución y prestación del servicio y mantenimiento para la electrificación que permita el suministro eléctrico a cruceros en la nueva terminal de la MSC, actualmente en construcción en el muelle Adossat.
Mientras tanto, el puerto y las navieras apuestan por combustibles de transición, con el gas natural licuado (GNL) como mejor ejemplo.
El puerto, sin embargo, no aspira sólo a suministrar combustibles más limpios. También quiere generar energía verde renovable. Con este objetivo, ha empezado a desplegar en las naves de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) lo que será el mayor parque fotovoltaico sobre cubierta de Europa, con una capacidad de producción de casi 10.000 MWh/año, el equivalente al consumo medio de 8.493 personas.
Dentro de los objetivos de mejora de sostenibilidad y la eficiencia, cabe destacar la apuesta por mejorar la conexiones ferroviarias y viarias al puerto para potenciar la intermodalidad en el tráfico de mercancías, sacando camiones de la carretera. Por ejemplo, se está trabajando en desarrollo de un eje ferroviario de acceso al Puerto y un ramal de conexión con la instalación ferroviaria de Can Tunis para potenciar el transporte de mercancías tren-barco.
Un puerto abierto a la ciudadanía
El puerto forma parte de la ciudad de Barcelona y es un espacio cada vez más accesible y atractivo para los ciudadanos, poniendo en valor su histórica relación con los barrios vecinos; impulsando su potencial para acoger actividades culturales, deportivas y gastronómicas; y facilitando el crecimiento del ecosistema digital y tecnológico de Barcelona, favoreciendo la instalación de emprendedores, startups, inversores y corporaciones innovadoras.
El Port Vell es el espacio donde se difuminan los límites entre la ciudad y el puerto. Después de la gran apertura que vivió coincidiendo con los Juegos Olímpicos, esta zona experimenta ahora una nueva transformación con la rehabilitación de algunos de sus espacios emblemáticos y abriendo otros nuevos a la ciudadanía.
Los trabajos, que se han acelerado para estar a punto para el inicio de las regatas de la Copa América de Vela, incluyen una veintena de actuaciones públicas y privadas. Entre otros, la total urbanización de los espacios de la Nova Bocana, la apertura del muelle de Pescadors a la ciudadanía y la rehabilitación de la sede histórica del Port de Barcelona, que acogerá un centro de divulgación de la historia y la actividad portuaria.
Un puerto innovador
Para liderar la transformación necesaria es esencial innovar. Para hacerlo, el Port de Barcelona ha creado dos herramientas que actuarán como catalizadoras de la actividad innovadora que, desde hace años, desarrolla su Comunidad Portuaria: el BlueTechPort, un nuevo espacio de innovación para empresas centrado en la economía azul; y la Fundación BCN Port Innovation.
BlueTechPort es el embrión del futuro espacio que el puerto abrirá en los tinglados del muelle de Sant Bertran y acoge empresas y proyectos emprendedores vinculados a la economía azul, abrazando sectores como la robótica submarina, la inteligencia artificial aplicada al medio marino, la recuperación de la biodiversidad del mar o componentes farmacéuticos hechos a base de productos marinos, entre otros.
La Fundación BCN Port Innovation facilita la transformación del sector logístico portuario desarrollando soluciones tecnológicas que den una respuesta eficiente, fácilmente aplicable y escalable a los retos a los cuales se enfrentan hoy los puertos y el transporte marítimo internacional. Esta Fundación plantea un nuevo modelo de participación, colaborativa y abierta, para convertirse en punto de encuentro entre el sector portuario y el ecosistema innovador de Barcelona, diseñando, testando y poniendo en servicio soluciones reales y tangibles.
A través de estos tres grandes ejes, el Port de Barcelona busca profundizar los próximos años en su misión como infraestructura logística: generar prosperidad para la sociedad de forma eficiente y sostenible. Desde hoy y hasta el 2030, el Port de Barcelona no sólo reducirá las emisiones de la actividad portuaria sino que se convertirá en un espacio abierto a la ciudadanía y catalizador de la innovación.