El Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa pone en marcha una formación inmersiva para los residentes quirúrgicos de primer año
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Estas imágenes pertenecen a Página Oficial del Gobierno de Aragón
El Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa ha organizado la primera edición de la actividad "Experiencia inversiva para residentes quirúrgicos: de la teoría a la simulación". Se trata de una formación centrada en el aprendizaje simulado para que los residentes médico-quirúrgicos de primer año adquieran, durante las primeras semanas de su residencia, los conocimientos, competencias, actitudes y habilidades necesarias para desenvolverse de manera segura y eficiente en el área quirúrgica.
El programa se está desarrollando durante tres tardes (23, 24 y 25 de junio) y está impartido por profesionales facultativos de especialidades quirúrgicas y enfermería quirúrgica del Hospital Clínico, centro pionero en esta modalidad formativa. Se ha llevado a cabo en las instalaciones del Centro de Investigación Biomédica de Aragón, siendo predominantemente práctico, complementado con teoría para contextualizar los ejercicios.
Se ha diseñado con un enfoque interactivo y dinámico, con el objetivo de consolidar conocimientos adquiridos durante la formación universitaria y desarrollar habilidades esenciales en el entorno quirúrgico. Para ello se dispone de cuatro estaciones, por las que los residentes rotarán en grupos de cuatro o cinco personas, para que todos ellos puedan ejecutar las habilidades planteadas en cada una de las estaciones.
Manuela Elía, cirujana y directora del curso, explica los objetivos de la experiencia inmersiva
Algunas de estas habilidades son: aprender y aplicar las normas de circulación correcta dentro del quirófano; identificar los roles de cada miembro del equipo quirúrgico, resaltando la importancia del trabajo en equipo y la comunicación efectiva; realizar correctamente el lavado de manos quirúrgico y la vestimenta quirúrgica; conocer y mantener el adecuado manejo del campo quirúrgico; familiarizarse con el instrumental básico utilizado; entender la importancia del checklist quirúrgico y asegurarse de su correcta ejecución; reconocer al paciente como el centro de la atención médica en el entorno quirúrgico; o desarrollar habilidades básicas en sutura y anudado quirúrgico.
De esta forma se prepararán para enfrentarse a las exigencias del entorno hospitalario, tanto en términos de competencias técnicas como en habilidades interpersonales y de gestión emocional, conociendo el funcionamiento y la dinámica habitual de un escenario quirúrgico y del bloque quirúrgico antes de integrarse en las actividades quirúrgicas de sus respectivos servicios.
Con ello se mejora la calidad de la atención al paciente que estos residentes prestarán, y se contribuye a su satisfacción y desarrollo profesional a lo largo de su carrera, ya que les proporciona una base sólida para desenvolverse con seguridad y eficacia en el entorno quirúrgico desde el inicio de su carrera profesional.