Más del 57% de los investigadores de la sanidad pública andaluza con proyectos activos en 2024 son mujeres
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La presencia femenina en los trabajos científicos del sistema sanitario público de Andalucía continúa creciendo en los últimos años, rozando el 50% como investigadoras principales
Las mujeres representan el 57,4% de los investigadores de la sanidad pública andaluza con proyectos activos y financiados en 2024. Esto supone un total de 2.473 investigadoras del total de 4.308 investigadores participantes en trabajos científicos competitivos realizados en centros del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), centros temáticos (BIONAND, CABIMER y GENyO) e institutos de investigación biomédica (IIS: IBIMA, IBS.Granada, IBIS, IMIBIC e INIBICA). Esta cifra consolida el crecimiento constante que viene experimentando la presencia femenina en el ámbito de la investigación en salud en Andalucía, ya que en 2023 ese porcentaje fue del 56,9%.
A este incremento se suma que cada vez hay más mujeres liderando proyectos de investigación, recortando notablemente la diferencia con los hombres. Así, en este 2024 el 49,9% de los trabajos científicos han estado dirigidos por mujeres como investigadoras principales, es decir, 461 mujeres de los 923 investigadores principales o co-principales del cómputo general. Esto supone también un incremento anual frente al 47,9% registrado en 2023, y al 47,4% del 2022. Además, un 35,2% son líderes de grupos de investigación, 239 del total de 679, porcentaje que supera el 31,8% alcanzado en 2023.
La Fundación Progreso y Salud, entidad dependiente de la Consejería de Salud y Consumo, ha dado a conocer estos datos con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que, este 11 de febrero de 2025, cumple su décimo aniversario.
Para dar visibilidad a las mujeres líderes de la investigación en salud en Andalucía, la Consejería de Salud y Consumo ha lanzado en redes sociales la campaña 'La Ciencia es con A', con la participación de investigadoras como María José Sánchez, profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), directora científica del ibs.Granada y líder del grupo de investigación de excelencia en Cáncer y MPP; Ana José Manovel, FEA de Cardiología del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez que lidera proyectos de aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural para optimizar el diagnóstico y seguimiento en Cardiología; Mercedes Gil Campos, pediatra del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, catedrática en Pediatría e investigadora en nutrición infantil o Irene Zarcos, oncóloga del Hospital Universitario Costa del Sol que lidera el proyecto de investigación 'SerenAPP'. Este último consiste en un trabajo financiado por el Instituto de Salud Carlos III (PI24/01193) que se desarrollará entre 2025 y 2027 y tiene como objetivo principal la creación de una aplicación móvil que mejore el bienestar emocional de las mujeres en seguimiento y supervivientes de cáncer de mama.
Además, en diferentes distritos y centros hospitalarios de la comunidad autónoma se están desarrollando jornadas y encuentros orientados a visibilizar el papel de las mujeres en la investigación sanitaria y fomentar, de esta manera, la vocación científica entre las nuevas generaciones.
Igualdad de género en la Estrategia de I+i en Salud de Andalucía
A pesar del incremento de la presencia de la mujer en el desarrollo científico y la generación del conocimiento en salud, aún queda camino por recorrer y, en este sentido, la Estrategia de I+i en Salud de Andalucía cuenta con un grupo de trabajo específico sobre igualdad de género. El objetivo es fomentar la equidad e incorporar acciones encaminadas a reducir las desigualdades de género, no solo en los propios grupos de investigación de la sanidad andaluza, sino también en el diseño y ejecución de las investigaciones y los proyectos científicos que puedan desarrollarse.
Entre las medidas que se han propuesto en el seno de la estrategia se encuentran incorporar la perspectiva de género a las investigaciones en salud; fomentar el equilibrio de género en los comités de evaluación de las convocatorias; incorporar en la evaluación científica curricular las limitaciones que afectan a la carrera investigadora de la mujer, con carácter general, eliminar las barreras que limitan o impiden el liderazgo de la mujer en la ciencia (como líderes de grupos, como inventoras en el ámbito de la propiedad industrial e intelectual o en las publicaciones científicas).
