El SAS implementa un protocolo integral para la atención de pacientes con daño cerebral adquirido
Resumen autogenerado por OpenAI
Audios generados (reproducción automática)
Los audios se reproducen de forma automática uno detrás de otro. Haz clic en el icono para descargar el audio o aumentar/disminuir la velocidad de reproducción.
Debido al tamaño del artículo, la generación del audio puede tardar unos segundos y es posible que se generen varios audios para un mismo artículo.
Andalucía registra anualmente más de 17.000 altas hospitalarias relacionadas con este tipo de lesión
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha puesto en marcha un protocolo pionero para la atención integral de pacientes con Daño Cerebral Adquirido (DCA), una condición que afecta múltiples áreas de la vida de los pacientes, incluyendo aspectos médicos, físicos, sensoriales, cognitivos, conductuales y sociales, y que requiere un enfoque multidisciplinar de alta complejidad.
Este protocolo es el resultado de un exhaustivo análisis de la situación actual y del trabajo colaborativo de un grupo multidisciplinar de expertos en neurorrehabilitación, y responde a la necesidad de un abordaje integral que garantice una atención eficiente, equitativa y basada en la evidencia científica. Según los datos disponibles, en Andalucía se registran anualmente más de 17.000 altas hospitalarias relacionadas con el daño cerebral, siendo el accidente cerebrovascular (ACV) y el traumatismo craneoencefálico (TCE) las principales causas.
El modelo de atención integral incluye la configuración de unidades de Neurorrehabilitación en tres niveles asistenciales, adaptados a las necesidades de cada paciente, y define los criterios de inclusión, métodos diagnósticos, circuitos asistenciales y protocolos terapéuticos. Estas unidades garantizarán una atención coordinada entre especialistas de diferentes disciplinas, como medicina física y rehabilitación, neurología, logopedia, terapia ocupacional, psicología y trabajo social, entre otros.
Este modelo no solo busca optimizar la recuperación funcional y la calidad de vida de los pacientes, sino también reducir las inequidades en el acceso a los servicios y fomentar la sostenibilidad del sistema sanitario. Además, se contempla el uso de nuevas tecnologías, como plataformas de estimulación cognitiva y tele-rehabilitación, para ampliar la cobertura y la eficacia de los tratamientos.
El daño cerebral adquirido representa un desafío sanitario de gran envergadura, y este protocolo sitúa a Andalucía a la vanguardia en el abordaje de esta problemática, al garantizar una atención integral, personalizada y sostenida en el tiempo.
