La Junta destinará 5,2M€ a la comercialización y la transformación de productos acuícolas
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La convocatoria para 2025 de estas ayudas respaldan inversiones, campañas de promoción e iniciativas para impulsar el valor añadido
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las ayudas por 5,2 millones de euros que la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural pondrá al servicio del sector para respaldar la mejora de la comercialización y transformación de los productos de la pesca y la acuicultura de Andalucía.
Cofinanciada por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa), la convocatoria de 2025 cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros para apoyar las inversiones que lleven a cabo operadores dedicados a la transformación y comercialización de productos procedentes de la pesca y la acuicultura. Asimismo, para este tipo de empresas se destinan también algo más de 130.000 euros que respaldan la organización de campañas de promoción y 75.000 euros para iniciativas que fomenten la calidad y el valor añadido de los productos de la pesca y la acuicultura. Entre los posibles beneficiarios de estas ayudas, se encuentran pymes, asociaciones sin ánimo de lucro del sector o las cofradías de pescadores andaluzas y las federaciones que las representan.
El objetivo de estas subvenciones es estimular el crecimiento inclusivo y equilibrado en la pesca y acuicultura de Andalucía con, entre otras medidas, el fomento de su desarrollo sostenible, facilitando que pequeños y medianos operadores puedan mejorar su posición en el mercado mejorando sus inversiones y garantizando la implantación de prácticas responsables que maximicen la calidad de los productos pesqueros transformados y/o comercializados. Asimismo, se busca promover la diversificación de los productos y el acceso a mercados internacionales, actuaciones que permiten generar mayores ingresos y crear empleo en las zonas rurales y costeras.
De forma paralela, estos incentivos inciden también en el refuerzo de la trazabilidad y calidad de los productos pesqueros y acuícolas, en el fortalecimiento de la confianza de los consumidores y en la promoción de un consumo responsable que contribuye a la conservación de los ecosistemas marinos.
En el caso concreto de las ayudas que respaldan las inversiones en comercialización y transformación de los productos de la pesca y la acuicultura, el objetivo es apoyar el fomento de la calidad y el valor añadido de los productos, aumentar la eficiencia energética, reducir el impacto en el medio ambiente y mejorar la movilidad sostenible de la distribución de productos de la pesca. Estas subvenciones se orientan también a la mejora de la seguridad, la higiene, la salud y las condiciones de trabajo; o a favorecer la economía circular mediante la prevención, la optimización de los procesos y la minimización de los residuos (ecodiseño y ecoeficiencia). Además, buscan impulsar el aprovechamiento comercial de las capturas no deseadas y los subproductos y la transformación del pescado que no puede destinarse al consumo humano.
Por su parte, los incentivos para promover la comercialización mediante campañas de promoción de los productos pesqueros y acuícolas persiguen elevar el conocimiento de los ciudadanos sobre estos alimentos y los beneficios de su consumo. Para ello, se apoya la puesta en marcha de campañas de publicidad; la elaboración de material promocional; la organización de catas, degustaciones y presentaciones de productos; la participación en ferias y exposiciones; o la creación y edición de páginas web.
Por último, las ayudas para fomentar la comercialización apoyan iniciativas de incremento del valor añadido mediante sistemas de certificación y valorización de productos y subproductos. Asimismo, respaldan herramientas técnicas y tecnológicas que refuercen la trazabilidad y seguridad alimentaria. Entre otros conceptos, se consideran subvencionables aquellos proyectos de innovación que contemplen el uso de nuevas tecnologías; los sistemas de presentación novedosos para mejorar la conservación y vida útil de los alimentos y el mantenimiento de la cadena de frío; los nuevos etiquetados que avancen en trazabilidad de los productos aplicando I+D+i; o el asesoramiento de profesionales para la obtención de denominaciones de calidad diferenciada.