El Departamento de Trabajo y Empleo explica en Bruselas su modelo de profesionalización y dignificación de los cuidados
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El viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, ha explicado hoy en Bruselas el modelo diseñado por el Departamento que dirige la Vicelehendakari Idoia Mendia para la profesionalización y dignificación de las tareas de cuidados, que tienen un impacto de género en la calidad del empleo al ser mayoritariamente mujeres quienes se dedican a ello.
Invitado por la Federación Europea para el Empleo Familiar y el Cuidado del Hogar, en el marco del Año Europeo de las Competencias, el viceconsejero ha explicado cómo precisamente este modelo ideado por el Departamento de Trabajo y Empleo ha permitido que personas sin cualificación para atender a otras con distinta dependencia hayan podido acreditar habilidades que les posibilitan, no sólo atender mejor a quienes cuidan, sino abrirles las puertas a una cualificación para acceder a un empleo en este ámbito en mejores condiciones.
Según ha señalado Gurpegui, una de las realidades en una de las sociedades más longevas de Europa, como es Euskadi, es que "hay muchas personas, en su inmensa mayoría mujeres y en una parte importante migrantes, que han accedido a trabajar en hogares como empleadas domésticas y, con el paso del tiempo, han empezado a desarrollar tareas de cuidados sin tener preparación específica".
Desde esa realidad, en el inicio de la legislatura el Departamento se alió con el Grupo Cooperativo SSI para diseñar una estrategia que permitiera abordar esta cuestión. Una de las constataciones es que muchas de esas personas estaban internas y que, por tanto, no podían acudir a los cursos formales que ofrece el Servicio Público de Empleo - Lanbide. Por esta razón, se diseñó un programa específico para ellas, llamado Mentsad, por el que se les ha venido ofreciendo formación telemática y on line y, en su tiempo disponible, normalmente los sábados por la tarde, se les ofrecían clases presenciales en cuestiones prácticas como el manejo físico de las personas de movilidad reducida y otras similares.
La experiencia, monitorizada en todo momento, ha supuesto que 60 mujeres hayan accedido a un certificado que les permite un reconocimiento profesional. De ahí que este formato innovador en formación se incorpore desde el año que viene a la oferta de Lanbide.
"Hablamos de derechos de personas trabajadoras de cuidados, y de derechos de las personas cuidadas, de que unas y otras tengan condiciones dignas. Y ofrecer estas soluciones no es sólo bueno para ellas, para unas y otras, sino que es imprescindible para toda la sociedad. Porque cuando hablamos del reto de los cuidados no podemos afrontarlo sólo desde la corresponsabilidad familiar. Ese es un debate imprescindible, pero en el corto plazo no va a solucionar el problema de fondo: contar con personal cualificado y formado en las habilidades que permita atender con dignidad y vivir también con dignidad, con un trabajo digno", ha resumido el viceconsejero en Bruselas.
En todo caso, Gurpegui ha defendido una visión más amplia de la gestión de la longevidad, "que debe de ser vista no como un problema, sino como una realidad a la que ofrecer soluciones y que, además ofrece oportunidades de cualificación profesional en distintos ámbitos relacionados con que cada vez hay más personas mayores".
"La gran mayoría de quienes han llegado a la jubilación no son dependientes, son personas autónomas que quieren seguir siéndolo, pero sobre todo son personas que quieren seguir disfrutando de todas sus capacidades en todos los ámbitos de la vida, que disponen de ingresos garantizados gracias al sistema público de pensiones y, en gran parte, de una vivienda en propiedad, sin deudas. Lo que necesitan es que los servicios se adapten a sus necesidades y, sobre todo, que se les eliminen todas las barreras que se puedan encontrar para esa vida plena, como es la barrera digital, que es algo en lo que ahora vamos a trabajar con más intensidad", ha concluido.
