"El empleo en agosto ha tenido un comportamiento habitual tras un primer semestre del año excepcional"
Agosto es siempre, sin excepción, un mes en el que sube el paro y baja la afiliación. Pero también la serie histórica nos señala que no es un mes significativo desde el punto de vista del análisis global del empleo, que requiere una mirada de plazos más amplios.
Pero si nos fijamos en la serie histórica, es el agosto con menos personas en desempleo desde 2008, y el agosto con más afiliación de todos los registros. Y si vamos un poco más al detalle del análisis de los meses de agosto, en esta ocasión lo hemos cerrado con 4.247 personas en paro menos desde enero, mientras que en ese mismo periodo enero agosto en 2022 la reducción del paro fue de 2.186.
Eso significa que se ratifican todas las pautas que se habían consolidado en estos últimos meses, con esa referencia de hace quince años en donde Euskadi se encontraba con los mejores indicadores de empleo. Pero que hay un suelo más sólido para la recuperación que se produce habitualmente en otoño, y que se constata también en la estabilización de los nuevos contratos indefinidos como resultado de la reforma laboral.
La pauta de empleo se reproduce entre hombres y mujeres, en todas las franjas de edad, en todos los territorios y en la generalidad de los sectores, salvo entre quienes no contaban con empleo anterior, esto es, personas, fundamentalmente jóvenes, que han accedido a un empleo. Sí destaca el sector servicios, ligado principalmente a actividades que cesan en verano y donde cesan también las sustituciones.
En una visión de conjunto, el Departamento de Trabajo y Empleo siempre ha explicado lo excepcional de los datos del primer semestre de este año, y lo habitual del frenazo que se sufre en verano. Y tanto cuando los resultados han sido excepcionales como cuando no lo son, mantenemos la convicción de la solidez del empleo que se ha construido en este tiempo gracias a la protección de los Gobiernos, y al compromiso de los agentes sociales. Los datos de agosto señalan un comportamiento habitual en un año excepcional, que han permitido reforzar esa solidez, a pesar de los factores que se suman a las dificultades superadas estos años.
Es el punto de partida para la recuperación de otoño que prevén tanto el Departamento de Economía y Hacienda como los organismos internacionales.
Desde el realismo y la prudencia, creemos que esa recuperación será posible si seguimos volcados en todas aquellas personas que buscan empleo y no lo encuentran, y que tienen más dificultades o menos competencias para lograrlo. Las empresas siguen reclamando personal para cubrir sus necesidades, y el esfuerzo está en dotar de las habilidades necesarias a quienes hoy figuran en las listas de demandantes.
