La acción transformadora de la intergeneracionalidad

La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) ha desarrollado una guía en la que se presentan las claves para el desarrollo de una sociedad más inclusiva y solidaria con las personas mayores a través de la aplicación de la intergeneracionalidad.

Enmarcada en el Programa de Cooperación INTERREG V-A, España- Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER); la guía destaca la importancia de la acción transformadora que ejercen las relaciones intergeneracionales en un contexto marcado por el envejecimiento poblacional y una progresiva prolongación de los años vividos.

Dicha intergeneracionalidad es entendida como el proceso por el cuál personas de diferentes edades interactúan en un proyecto compartido en el que se genera aprendizaje, comunidad y solidaridad. En palabras textuales de personas expertas, "La intergeneracionalidad tiene que ver con la interdependencia, con la solidaridad y con la reciprocidad y, por tanto, no consiste únicamente en que las generaciones estén juntas".

Bajo esta perspectiva, la investigación se centra en el desarrollo teórico y práctico de la intergeneracionalidad, construyendo, por una parte, un marco teórico y metodológico que facilite la puesta en marcha de actuaciones y proyectos intergeneracionales; y, por otro lado, describiendo un conjunto de iniciativas nacionales e internacionales que, basadas en este concepto, pretenden construir una nueva sociedad, más inclusiva y participativa.

Se trata de resituar la mirada de la intergeneracionalidad hacia un concepto nuevo, más preciso y orientado a la experiencia vital y no tanto a la edad de las personas. Es lo que sus autores denominan "generaciones de vivencia". De este modo, se focaliza la trayectoria vital y las relaciones con las personas con independencia de su edad.

Desde esta perspectiva, en lo que a las relaciones se refiere, la metodología que presenta la guía propone estudiar la intensidad con la que se relacionan las personas de diferentes edades, pudiéndose establecer una graduación de la interacción entre generaciones; que van, desde un contacto efímero entre miembros de diferentes edades (ejemplo, charla escolar sobre la vejez); hasta la realización de programas periódicos en los que participan miembros de diferentes edades y generaciones (por ejemplo, voluntariados) o, la construcción de un espacio comunitario para la interacción intergeneracional (como un parque con variedad de actividades recreativas).

En cuanto a la aplicación práctica, son muchas las regiones y los países que están desarrollando experiencias que se acercan en mayor o menor medida, a la intergeneracionalidad a partir de programas y proyectos piloto cuyo eje nuclear es la reunión de varias generaciones. Si bien las experiencias son diversas, todas ellas promueven un conjunto de ítems fundamentales para mejorar la cohesión social, a saber; solidaridad, aprendizaje mutuo, objetivos compartidos, establecimiento de alianzas, comprensión, respeto, generación de capital social, etc.

Tal y como señala en la guía, "El enfoque de cualquier proyecto o acción intergeneracional ha de basarse en relaciones entre personas que buscan entenderse y respetarse, pero, sobre todo, construir vínculos a largo plazo desde un propósito colectivo". Asimismo, el enfoque de la intergeneracionalidad puede aplicarse a contextos y áreas muy diversas, como la salud, la familia, el trabajo, el entorno comunitario, la educación, la cultura, la tecnología, etc.

Una de las características de las actuaciones intergeneracionales es su desarrollo en un entorno cercano a las personas. Así, en tanto que la comunidad representa el espacio de confluencia y seguridad, los proyectos intergeneracionales deberán contemplar entre sus principios los objetivos del desarrollo comunitario, entre otros: la reducción de las desigualdades, el fomento de la participación ciudadana, la promoción de la inclusión y de la justicia social, o la garantía de su sostenibilidad.

Precisamente en esta línea, recientemente se ha introducido un nuevo concepto en el marco comunitario para referirse a los lugares en los que se pueden producir las relaciones intergeneracionales. Se trata de lo que se ha denominado "Zonas de Contacto Intergeneracional" (en inglés Intergenerational Contact Zones -ICZ), que, como señala el investigador experto M. Sánchez: "Las Zonas de Contacto Intergeneracional sirven como puntos focales espaciales para que las diferentes generaciones se reúnan, interactúen, establezcan relaciones (por ejemplo, de confianza y de amistad) y, si lo desean, trabajen juntas para abordar problemas de interés local". Entre otros espacios, las ICZ pueden ser parques, bibliotecas, escuelas, centros cívicos o deportivos, residencias, etc.

Finalmente, la guía recoge una serie de directrices para la aplicación de la intergeneracionalidad en la práctica a partir de la experiencia "Juntos damos más vida a Zamora", identificando claves y ofreciendo herramientas para la intervención en las siguientes áreas: alianzas intergeneracionales, capacidad financiera, salud y capacidad física, ciclo laboral, cultura, educación, hábitats, participación y voluntariado.

Para más información, puede consultar el informe íntegro en el siguiente enlace: "Guía para la intergeneracionalidad: convertir los retos de las sociedades longevas en oportunidades (CENIE, 2023)"