El Gobierno de La Rioja participa en la reunión del comisionado del PERTE de la Industria Agroalimentaria en La Rioja
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El consejero de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, ha asistido a la reunión del comisionado del PERTE de la Industria Agroalimentaria, Jordi Carbonell, con miembros de la Agrupación del proyecto “Graperte” y la Federación Española del Vino, en Bodegas Bilbaínas en Haro
El consejero de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, participa en la reunión del comisionado del PERTE de la Industria Agroalimentaria, Jordi Carbonell, con miembros de la Agrupación del proyecto "Graperte" y la Federación Española del Vino, en Bodegas Bilbaínas en Haro.
El proyecto tractor "Graperte", en el que se agrupan 19 empresas, entre bodegas de vino, cava y brandies, empresas corcheras y tecnológicas, pertenecientes a 15 grupos empresariales diferentes, de las cuales 10 son pymes y 9 grandes empresas, de La Rioja, Galicia, Castilla y León, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Aragón, supone una oportunidad de afrontar de manera conjunta los retos del sector, a través de 11 proyectos primarios, con el objetivo principal de favorecer la transformación innovadora del camino del vino hacia un sector más digitalizado y sostenible. En el proyecto participan Familia Torres, Grupo Codorníu, Bodegas Riojanas, Grupo González Byass, Grupo Osborne, Grupo Matarromera, Comenge Bodegas y Viñedos, Martín Códax, Bodegas Terras Gauda, Viña Costeira, Grandes Vinos y Viñedos, Bodegas y Viñedos Valtravieso, Francisco Oller, Izertis y J Vigas. El objetivo de "Graperte" es apostar de manera decidida, a través de la financiación que ofrece el PERTE Agroalimentario, por la innovación y la digitalización de todo el sector promoviendo una producción agroalimentaria sostenible, competitiva y resiliente.
Desde la Federación Española del Vino (FEV), entidad impulsora de este proyecto y que representa a más de 800 bodegas, de las cuales el 99 por ciento son pymes, se señala que es necesario afianzar una cadena agroalimentaria sostenible y que el sector en su conjunto tiene que afrontar, asumir y adaptarse a diferentes retos. En concreto, el sector debe responder a las exigencias de sostenibilidad en la producción de vino por parte del consumidor y formar parte de la gran transición digital, energética y medioambiental a la que el mundo se enfrenta.
