El CIBIR estudia una molécula que puede ayudar a frenar la degeneración macular asociada a la edad
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El artículo, firmado como primera autora por Ana Pariente, investigadora del grupo de Biomarcadores y Señalización Molecular del CIBIR, se ha publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences
El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, CIBIR, está estudiando las propiedades de una molécula, el ácido estercúlido, como inhibidor de la degeneración de las células de la retina, lo que podría ayudar a frenar la degeneración macular asociada a la edad.
Las características de esta investigación se dan a conocer en un artículo publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences y firmado como primera autora por Ana Pariente, investigadora del grupo de Biomarcadores y Señalización Molecular del CIBIR.
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad neurodegenerativa de la retina, asociada al envejecimiento, que se caracteriza por la pérdida de la visión central y representa la principal causa de ceguera en personas mayores de 65 años en países desarrollados.
Las formas más tempranas de la enfermedad se manifiestan por la formación de depósitos de lípidos bajo la retina que dañan las células. En las formas más severas, las células de la retina degeneran y posibilitan el paso de vasos sanguíneos al interior del ojo que pueden provocar la pérdida total de la visión.
Actualmente, la única alternativa de tratamiento para los pacientes es la inyección intravítrea de fármacos anti-VEGF, que no están exentos de efectos secundarios o fallos en la respuesta. Por ese motivo, urge la necesidad de buscar nuevas dianas terapéuticas que permitan mejorar las terapias actuales.
En el artículo publicado en International Journal of Molecular Sciences se explica el mecanismo de acción de una molécula, el ácido estercúlido, como inhibidor de la degeneración de las células de la retina. De este modo, y una vez se conocen los mecanismos de actuación, se podrá continuar realizando estudios para comprobar los efectos terapéuticos en modelos animales para, finalmente, poder realizar ensayos clínicos en humanos. Este estudio supone un paso importante de cara a poder disponer en el futuro de un nuevo tratamiento o de un complemento terapéutico a los ya existentes.
El artículo completo puede verse aquí: https://doi.org/10.3390/ijms24087459
