Galicia reclama modificar la resolución que reparte la cuota de jurel para el Cantábrico y noroeste con el fin de evitar daños irreparables a la flota afectada

La Dirección General de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnológica presentó una propuesta de modificación a la ultima resolución de la Secretaría General de Pesca (SXP) por la que establece disposiciones adicionales para ordenación de las pesquería del jurel en el caladero del Cantábrico y noroeste (zona CIEM 8C) para barcos que utilizan artes de pesca distintas al arrastre y el cerco. Esta disposición realiza un reparto provincial de la cuota de esta especie y establece unos topes de capturas que, según la valoración de la Consellería del Mar, son contrarias a la realidad del sector en Galicia y no se ajustan al esfuerzo pesquero real de las embarcaciones que faenan en la zona.

La prueba está en el hecho de que el año pasado, debido a una resolución que tampoco permitió una gestión óptima del recurso, se consumió menos del 60% de la cuota que se podía pescar por parte de la flota gallega de artes menores, quedando sin utilizar cerca de 33.000 kilos fruto de este desajuste.          

Así, la decisión por la que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación traslada los recortes de capturas aprobados en el Consejo de Ministros de la UE para el jurel a la flota como cuota accesoria y no dirigida establece que uno reparto de 93.900 kilos para toda esta área para las embarcaciones que no usan ni la modalidad de pesca del arrastre ni el cerco, estableciendo un tope para el jurel de 30 kilos por embarcación a la semana. De este total, 62.118 kilos corresponderían a la provincia de A Coruña y 3.822 kilos a la de Lugo.

La Consellería del Mar fundamenta su reclamación de modificación de la resolución por el hecho de que el nuevo escenario genera una barrera a este segmento de flota, en el que en Galicia como altamente afectados figuran una docena de barcos que utilizan el arte el racú, una treintena de embarcaciones que faenan a la volantilla, a los que hay que sumar algunas unidades que utilizan el arte del cerco piobardeira. Son buques que faenan en exclusiva en aguas gallegas y no se desplazan a Asturias, Cantabria o el País Vasco para participar en otras costeras como la de la caballa o el bocarte.

Así, se traslada que ni la cuota asignada de pesca accesoria de 65.940 kilos, ni el tope de 30 kilos por barco y semana establecen una proporcionalidad y ajuste adaptada para las provincias gallegas ni al esfuerzo pesquero generado por el segmento de la flota afectado. De tener en cuenta a cuota asignada de 65.940 kilos, más la cantidad disponible sin consumir de 2023, que ascendió a casi 33.000 kilos, supondrían cerca de 99.000 kilos que, con el tiempo de pesca de los sesenta barcos afectados (sumarían 1.150 semanas) podrían justificar la elevación del tope semanal hasta los 86 kilos por semana, casi el triple del que inicialmente aparece reflejado en la resolución.

En la solicitud, sin embargo, se indica que lo te convine sería un tope de 500 kilos por barco y semana se lo que se busca es mantener una viabilidad mínima de estas embarcaciones con alta dependencia, ya que la pesquería de esta especie no es lineal a lo largo del año, lo que permitiría aprovechar los picos de presencia de la misma en los caladeros.

Concluye la dirección general que lidera Antonio Basanta que la exposición de los hechos evidencia la existencia de unos los dan de difícil reparación que obligan a revisar y modificar la resolución con el fin de asegurar la protección de los intereses socioeconómicos de los barcos afectados, tal y como establece nos bases reglamentarios que sustentan la Políticas Pesquería Común (PPC).