Barbón: "La fachada atlántica ha de hacerse oír en las instituciones europeas para no quedarse al margen de las grandes decisiones comunitarias

El presidente del Principado ha defendido hoy que el Arco Atlántico tenga voz en Europa. "La fachada atlántica ha de hacerse oír en las instituciones europeas para no quedarse al margen de las grandes decisiones comunitarias", ha subrayado. Adrián Barbón ha intervenido esta mañana en la clausura de la III Conferencia de las Cámaras de Comercio del Arco Atlántico y ha apostado por una estrategia común, "única y eficaz" que permita a las regiones competir globalmente.

Durante su intervencion, se ha mostrado partidario de la creación de una Macrorregión Atlántica , una organización administrativa interregional, en la que las comunidades autónomas tengan "una participación de primer nivel y poder en la toma de decisiones".

Además, ha insistido en la importancia del corredor atlántico como eje vertebrador para el progreso económico y social de las regiones de esta zona europea. En este sentido, ha reclamado la aprobación de un plan director del corredor con un cronograma de las actuaciones previstas y su correspondiente dotación presupuestaria, tal y como se recoge en el acuerdo social y político Alianza por las infraestructuras del Estado que Asturias necesita, suscrito el pasado miércoles.

"Tras la llegada de la alta velocidad y el impulso definitivo a Zalia, ahora nos situamos en una posición privilegiada para aumentar la competitividad y convertirnos en polo logístico del Cantábrico y nudo prioritario del corredor atlántico", ha valorado.

A continuación, se reproduce la intervención íntegra del presidente en el acto de clausura:

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN
 

III Conferencia de las Cámaras de Comercio del Arco Atlántico

El Arco Atlántico debe tener voz en Europa. Empiezo con esta afirmación para despejar cualquier duda. La fachada atlántica ha de hacerse oír en las instituciones europeas para no quedarse al margen de las grandes decisiones comunitarias. Queremos influir en todos aquellos aspectos que nos afecten y eso exige unir fuerzas. Las cámaras de comercio que organizan este encuentro son muy conscientes esa necesidad, por eso nos convocan a esta conferencia, a la que desde el Gobierno de Asturias nos sumamos con gusto.

Compartimos los fines de las organizaciones empresariales aquí representadas, que defienden la creación de una Macrorregión Atlántica que nos permita fortalecer la cooperación, incorporar aliados para pelear por nuestro futuro y ganar peso ante la Unión Europea. Hemos de afrontar de manera conjunta desafíos que no podríamos enfrentar de forma aislada. Para explicarlo de modo muy sencillo, hemos de acordar para avanzar, porque aunque seamos distintos, no somos distantes.

Las regiones atlánticas contamos con recursos de gran valor, por ejemplo, un paisaje atractivo y una elevada calidad de vida, y perseguimos objetivos similares en cuestiones tan relevantes como la logística, las infraestructuras, el turismo, la construcción naval o el desarrollo de las energías marinas y el hidrógeno verde. Se trata de sectores con un enorme potencial para impulsar el crecimiento económico y el progreso social. También enfrentamos retos comunes en el campo medioambiental, la demografía, la innovación o la ordenación territorial. Si queremos trabajar de la mano, precisamos de estructuras de gobernanza adecuadas que faciliten el diseño de una estrategia única y eficaz para que se nos escuche en Europa y podamos competir globalmente.

Este planteamiento no es nuevo. En marzo de 2023 acudí a Euskadi a un encuentro impulsado por el entonces lehendakari Urkullu, junto con mis homólogos de Cantabria y Galicia, en defensa de la Macrorregión Atlántica. Aposté entonces y apuesto ahora por esa organización administrativa interregional, en la que las comunidades autónomas tengamos una participación de primer nivel y poder en la toma de decisiones.

Posteriormente, en julio de 2023, participé junto con los presidentes de las cámaras de Oviedo, Gijón y Avilés en un acto de apoyo a la Declaración del Arco Atlántico, un documento en favor de la macrorregión suscrito por varias organizaciones empresariales de España, Portugal y Francia. Hoy, casi un año después, ratifico mi respaldo y el del gobierno que presido ante esta estrategia. También renuevo nuestro compromiso de seguir trabajando con las comunidades de Galicia y de Castilla y León para hacer oír la voz del Noroccidente, alta y clara, allí donde haga falta, tanto en Madrid como ante las instituciones europeas. Tienen mi palabra, porque es el único camino si queremos evitar quedarnos en la periferia geográfica y política.

Comunidades como Asturias sabemos bien lo que conlleva estar ubicadas en el extrarradio, lejos de centros neurálgicos de decisión como Madrid o Bruselas. Por eso es tan importante el impulso de infraestructuras como el corredor atlántico, un medio de conexión para generar actividad, riqueza y empleo. La llegada de la alta velocidad ferroviaria ha supuesto para esta tierra un éxito sin precedentes, que inaugura una nueva era de las comunicaciones: ahora ya no estamos tan lejos ni de Madrid ni de Bruselas. En este nuevo ciclo estamos obligados a aprovechar al máximo esas conexiones.

Precisamente esta semana hemos firmado un nuevo documento de la Alianza por las infraestructuras del Estado que Asturias necesita, que ha concitado el acuerdo unánime de todos los grupos con representación en el parlamento asturiano, agentes sociales y entidades de distintos ámbitos. Uno de los objetivos recogidos en el texto es el avance del corredor atlántico como eje vertebrador para el progreso económico y social de las regiones de esta zona europea.  

Partimos de un propósito irrenunciable: el Noroeste necesita un corredor en pie de igualdad con el Mediterráneo. Para alcanzar esa meta hacen falta inversiones en infraestructuras portuarias, aeroportuarias, viarias y ferroviarias -es decir, por tierra, mar y aire-. Las demandas que planteamos desde Asturias han quedado recogidas, negro sobre blanco, en el pacto suscrito el pasado miércoles. ¿Qué queremos las partes firmantes de ese documento? En síntesis, la aprobación definitiva del plan director del corredor atlántico y un cronograma de las actuaciones previstas, con su correspondiente dotación presupuestaria.

Nuestras peticiones incluyen mejoras en la red ferroviaria para incrementar la competitividad, la recuperación de la Autopista del Mar entre Gijón y Nantes, la creación de la terminal Interzalia y la inclusión de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales (Zalia) como nodo logístico de la red básica. También pretendemos que todas las autovías del Noroeste se incorporen en las redes prioritarias de los corredores europeos. Como ven, la lista de deberes que trasladamos desde Asturias al Gobierno de España es larga, pero imprescindible.

Conocemos las líneas generales del plan director del corredor, que contempla inversiones por valor de 2.800 millones hasta 2030, la mayoría en infraestructuras ferroviarias. Lo que corresponde ahora es su aprobación urgente, en el caso de Asturias, por dos razones fundamentales: por una parte, para aprovechar al máximo la capacidad del tráfico mixto de la variante y que las ventajas que ya perciben los pasajeros las noten también las empresas; por otra, para exprimir todo el potencial de los puertos y de la Zalia.
 
Tras la llegada de la alta velocidad y el impulso definitivo a Zalia, ahora nos situamos en una posición privilegiada para aumentar la competitividad y convertirnos en polo logístico del Cantábrico y nudo prioritario del corredor atlántico. Este propósito redundará en beneficio de las regiones del Arco Atlántico y Asturias será un eslabón estratégico dentro de la fachada que compartimos.

Decía antes que hemos de acordar para avanzar. Encuentros como este facilitan el diálogo, la aproximación y la creación de redes de contactos imprescindibles en esta tarea. Siempre nos encontrarán en estos foros defendiendo lo mejor para Asturias y, por extensión, para todo el Arco Atlántico.