Barbón anima a ArcelorMittal a ejecutar todas las inversiones previstas en el plan de descarbonización

Adrián Barbón ha agradecido hoy a ArcelorMittal el inicio de la construcción del horno eléctrico de Veriña, una de las principales inversiones previstas en el plan de descarbonización de la compañía. El presidente del Principado ha aprovechado su intervención en el acto inaugural de las obras para animar a la empresa a ejecutar por completo el programa previsto, que incluye también la creación de una planta de reducción directa de hierro (DRI, por sus siglas en inglés).

El arranque de la construcción del horno ha reunido esta mañana en las instalaciones de Gijón a la dirección de Arcelor y autoridades institucionales, como el jefe del gobierno. Con un desembolso de 200 millones, el horno eléctrico reducirá las emisiones y permitirá el consumo de chatarra para la fabricación de productos largos, tal como se los conoce en el argot siderúrgico. Básicamente, se trata de carril, para tendidos ferroviarios, y de alambrón, que se emplea en trefilería.

Con la puesta en marcha de esta obra, el Principado se convierte en el primer territorio europeo donde Arcelor desarrolla sus planes de descarbonización. Es una decisión que "sitúa Asturias a la vanguardia de la siderurgia comunitaria", ha subrayado Barbón. El presidente ha recordado que el comienzo será posible porque el Gobierno de Asturias ha agilizado los trámites necesarios, como la declaración ambiental o la concesión de ayudas. "Hemos hecho bien nuestra tarea", ha afirmado.

Con el aval de actuaciones, ha pedido a la empresa que siga adelante hasta completar el plan anunciado por sus máximos responsables, Lakshmi y Aditya Mittal, en julio de 2021: "Sepan que contarán con el pleno respaldo del Gobierno del Principado para que se ejecute íntegro, con todas sus inversiones. Estoy seguro de que no me equivoco si afirmo que el Ministerio de Industria comparte el mismo planteamiento". "Esperamos que el plan se confirme y se complete, porque queremos lo mejor para la industria española, para nuestra siderurgia integral y para ArcelorMittal", ha añadido.

El Consejo de Ministros ha autorizado una ayuda de 450 millones para construir la planta de reducción directa de hierro. No obstante, la empresa aún no ha confirmado la inversión.

Barbón también se ha referido a la necesidad de que la Unión Europea (UE) fortalezca la industria y evite que las empresas europeas compitan en desventaja frente a las de terceros países más laxos ante el cambio climático y en su regulación laboral. Ha advertido que renunciar a la política industrial "sería suicida". "Que otros produzcan lo que Europa ha dejado marchar por indolencia o falta de pulso político sería un pésimo negocio", ha indicado.

A continuación se reproduce la intervención íntegra del presidente.

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Inicio de la obra de construcción de la acería eléctrica de ArcelorMittal en la factoría de Gijón

El anuncio de una inversión siempre es una buena noticia. Cuando ese proyecto se inicia, la noticia es mejor aún. Y, por fin, cuando se culmina, la noticia es excelente. Les agradezco que me hayan brindado la oportunidad de participar hoy en el arranque de la construcción de la acería eléctrica de Veriña. Para un presidente del Principado siempre es una satisfacción intervenir en la presentación de las mejores noticias para Asturias.

Tal vez a algunos de ustedes les sorprenda la intensidad con las que nuestra comunidad vive siempre los acontecimientos relacionados con la siderurgia. Tiene al menos dos explicaciones. Una, la más obvia, es la importancia de Arcelor para la economía del Principado: más de 5.000 empleos directos.
 
Esa razón la comprende cualquiera. Números cantan. La segunda es más compleja y tiene que ver con la historia. La Asturias moderna no se entiende sin la siderurgia. Qué voy a decirles de esta propia ciudad, Gijón, o de la comarca de Avilés. Más que haber crecido se han forjado sobre hornos altos, baterías de cok y acerías.

Voy a ahorrarles el repaso de los hechos y etapas que nos convirtieron, del siglo XIX en adelante, en una comunidad industrial, una de las pocas de España donde este sector aporta más del 20% del Producto Interior Bruto. Quédense con la idea de que ese doble vínculo, el económico y el identitario, hasta el sentimental, justifica la enorme repercusión de cualquier decisión que afecte a Arcelor. Para los asturianos y asturianas, las instalaciones siderúrgicas no son sólo lugares de empleo, talleres y centros de I+D, son también parte de su día a día, estancias de su vivienda. Por eso les puedo decir a todos ustedes que están en su propia casa.

Esta casa tiene desde hoy mejores vistas al futuro. Para mí, que no soy un ingeniero especializado, esa es la gran importancia de este acto. Quienes me han precedido han explicado muy bien los detalles técnicos, la relevancia de la futura instalación para la división de largos. La conclusión es evidente incluso para un profano: Asturias se sitúa a la vanguardia de la siderurgia comunitaria porque ArcelorMittal ha elegido Veriña para arrancar sus planes de descarbonización en la UE.

Permitan que me detenga un instante en este punto. Todos sabemos que la Unión Europea está abordando varios debates trascendentales.  Uno de los más decisivos tiene que ver con su fortaleza industrial. Para que nadie tenga duda, el Gobierno de Asturias es un resuelto partidario de que Europa defienda la competitividad de sus empresas con todas las medidas que sean precisas, entre las que el arancel ambiental es sólo una de ellas. Para la UE, renunciar a esta batalla sería suicida. Que otros produzcan lo que Europa ha dejado marchar por indolencia o falta de pulso político sería un pésimo negocio.

Otro debate, muy ligado al anterior, está con la velocidad del cambio. Pienso que nadie cuestiona el calentamiento climático ni la necesidad de avanzar hacia la economía verde y sostenible.
También en este caso el Ejecutivo del Principado comparte la meta. No obstante, la UE debe allanar el camino a la transformación, hacerlo lo más transitable posible. Me refiero a cuestiones como el precio de la energía, la regulación del mercado de los derechos de emisión, la apuesta conjunta por las renovables o la aplicación de fondos extraordinarios, como los Next Generation o el de Transición Justa, para paliar las consecuencias de esta evolución acelerada. Los pasos extraordinarios necesitan decisiones extraordinarias.

Son palabras mayores. En boca de un presidente de una comunidad autónoma pequeña como Asturias parecen todavía más grandes. Intuyo lo que algunos están pensando. Que eso que digo suena muy bien, pero que el Gobierno del Principado poco puede hacer para cumplirlo.
Soy consciente de hasta dónde llegan nuestras competencias. No obstante, puedo presumir de la gestión que hemos hecho para facilitar esta inversión.

En diciembre, concedimos 14 subvenciones a ArcelorMittal por 36,4 millones. Entre ellas, sendas ayudas de 15 y 4,6 millones para construir el horno eléctrico. En paralelo, hemos realizado toda la tramitación ambiental, las administrativas e  incluso hemos abordado las necesidades de nuevas infraestructuras energéticas. En resumen, hemos hecho bien nuestra tarea.

Esa es también nuestra garantía, el mejor aval que podemos presentarles. Van a tenernos siempre a su lado para favorecer la consolidación y, en especial, el porvenir de la siderurgia en Asturias. Y, en la medida que podemos decidir, intervenir o influir lo haremos hasta el límite de nuestras posibilidades.

Luis Ángel Colunga, comisionado para el perte de descarbonización, no me dejará exagerar. Sabe de primera mano hasta qué punto el Gobierno del Principado trabaja, insiste y presiona a favor de los proyectos de Arcelor en Asturias. Sospecho que en el ministerio ya tienen una línea de teléfono reservada para el Principado.

Les aseguro que esa va a ser siempre nuestra actitud. En julio de 2021 recibí una de las mayores alegrías de mi anterior mandato, cuando Lakshmi y Aditya Mittal anunciaron, junto con el presidente, Pedro Sánchez, el plan de descarbonización de la empresa.

Hoy, con los deberes hechos, iniciamos una de las inversiones más destacadas anunciadas en aquel entonces. Sepan que contarán con el pleno respaldo del Gobierno del Principado para que el plan anunciado se ejecute íntegro, con todas sus inversiones. Estoy seguro de que no me equivoco si afirmo que el Ministerio de Industria comparte el mismo planteamiento. Esperamos que el plan se confirme y se complete porque queremos lo mejor para la industria española, para nuestra siderurgia integral  y para ArcelorMittal. Podemos ser tan sinceros y hablar con tanta claridad porque somos serios y de fiar.

Les doy las gracias de nuevo por situar a Asturias en la primera línea de la siderurgia europea. Estén tranquilos porque no se arrepentirán. Siéntanse cómodos porque al fin y al cabo, están en su propia casa, la casa de la gran siderurgia asturiana, que es también la casa de ArcelorMittal. Una casa que hoy, reitero, ha ampliado sus vistas al futuro.