Barbón insta al empresariado, instituciones sociales y entidades locales a trabajar conjuntamente para captar fondos para la Universidad de Oviedo

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha asegurado que el Gobierno de Asturias trabaja para remitir al parlamento "lo antes posible" el proyecto de ley que regula el funcionamiento del Consejo Social de la Universidad, que se ha sometido ya a consulta pública. Durante el acto de toma de posesión de la nueva presidenta del organismo, Ángela Santianes, Barbón ha garantizado que su Ejecutivo contribuirá "en toda la medida de sus posibilidades" a los retos del consejo, que afronta un momento crucial "porque debe adaptarse a las exigencias de la nueva ley orgánica del sistema universitario".

La transformación que afronta la Universidad es "casi histórica", por ello la decisión sobre el nombramiento que hoy se materializa no ha sido sencilla. "Al abordar una elección de este calado, uno siempre tiene dudas. Se trataba, nada menos, de acertar con la persona capaz de liderar esta transición y estoy convencido de lo hemos hecho", ha valorado Barbón.

Ángela Santianes, que sustituye en el cargo al empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón, ejerce como presidenta de DuPont para España y Portugal tras formarse como ingeniera química en la Universidad de Oviedo e iniciar su carrera profesional en la sede de Barcelona de la empresa hace 27 años. Además, es miembro de la junta directiva de la Federación de Industria Química de España, vicepresidenta de la Federación de Empresarios de Asturias (Fade) y el pasado año recibió el premio de Directiva del Año por parte de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

El jede del Ejecutivo ha animado a Santianes a aspirar a mucho más de las tareas convencionales de la organización. "Demos aprovechar el talento que sale de estas aulas y anudar un vínculo permanente entre la institución, también aspirar a internacionalizar la Universidad de Oviedo, con tanto potencial en países iberoamericanos y a fortalecer la relación con la sociedad. En Asturias, como en España entera, la colaboración privada con la Universidad es muy inferior a la necesaria y sólo podremos incrementarla si demostramos que revierte en beneficio mutuo", ha animado.

** A continuación, se reproduce su intervención íntegra.

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Toma de posesión de la nueva presidenta del Consejo Social de la Universidad de Oviedo

La convicción y el sentimiento son el alma y la fuerza de las palabras. Las primeras que voy a pronunciar en este acto están cargadas de sinceridad y corazón: enhorabuena a la nueva presidenta del Consejo Social, Ángela Santianes, y gracias a Juan Antonio Pérez Simón por su entrega desinteresada durante los últimos años. Sabes que Asturias, que tanto te debe, quiere seguir contando contigo.

Voy a desvelar un secreto a voces. Al abordar un nombramiento de este calado, uno siempre tiene dudas. Cuando basta con cubrir el expediente, es sencillo. Ahora, si de verdad le concedes importancia, como es el caso, no dejas de darle vueltas a la cabeza. Piensas, descartas, eliges...

El consejero Borja Sánchez sabe muy bien de qué hablo, porque ambos le otorgamos la mayor relevancia a esta decisión. Sabíamos que el Consejo Social afronta un momento crucial porque debe adaptarse a las exigencias de la nueva ley orgánica del sistema universitario, aprobada hace prácticamente un año. Se trataba, nada menos, de acertar con la persona capaz de liderar una transformación casi histórica.

Estoy convencido de que hemos acertado. Sin duda, el tiempo juzgará esta afirmación, pero juego con ventaja, porque me guardo muchas bazas a favor. Enseño unas cuantas cartas:

• Primera carta: Ángela Santianes estudió en la Universidad de Oviedo. Por tanto, es de la casa, que ya es un buen principio.
• Segunda: Tiene una sobresaliente trayectoria empresarial, un requisito de primer orden, porque conoce de primera mano la importancia de adaptarse, de responder con tanta rapidez como flexibilidad a las exigencias de una sociedad que vive una transformación vertiginosa. Todas las universidades, no sólo la de Oviedo, están sometidas a esta misma tensión de cambio. El tiempo de las estructuras pétreas, rígidas e inamovibles ha pasado. Las universidades capaces de adaptarse competirán y sobrevivirán, las que se recluyan sobre sí mismas languidecerán hasta desaparecer.
• Tercera: Suma una amplia experiencia internacional, que es la mejor vacuna contra el ensimismamiento. Las universidades, al igual que las empresas, compiten en un mundo global.

Van ya tres bazas importantes. Ahí es nada tener a la presidenta de Du Pont para España y Portugal, ex alumna de la Universidad de Oviedo, y con su currículum en otros países, al frente del Consejo Social.

Pues aún me queda otro as en la manga: es ingeniera química. Es decir, dispone de la formación necesaria para el primer y, me atrevo a añadir, fundamental objetivo de su presidencia: lograr una simbiosis permanente entre la Universidad y la iniciativa privada. La meta es conseguir un simbionte en el que la Universidad y la sociedad asturiana, la institución pública y la iniciativa privada se aprovechen mutuamente.

El Consejo Social está obligado a muchas tareas: rendición de cuentas, aprobación de planes y títulos, vigilancia de las normativas... Todo eso es importante, que no quepa duda, pero tenemos que aspirar a mucho más.

A aprovechar el talento que sale de estas aulas y anudar un vínculo permanente entre la institución académica y el alumni, los antiguos alumnos y alumnas, para que puedan contribuir con su experiencia y conocimiento personal a la excelencia de la Universidad que les formó.

A internacionalizar la Universidad de Oviedo, con tanto potencial en países iberoamericanos.

E, insisto, a fortalecer la relación con la sociedad. Para ello tenemos que aumentar la captación de recursos para la Universidad. Que nadie piense que estoy hablando al del lado. Me dirijo a todos. Al empresariado, a las instituciones sociales, a las entidades locales y, por supuesto, al Gobierno del Principado, que ya se ha comprometido a aportar mil millones en diez años. En Asturias, como en España entera, la colaboración privada con la Universidad es muy inferior a la necesaria y sólo podremos incrementarla si demostramos que revierte en beneficio mutuo. Repito, esa simbiosis es el mayor desafío para esta ingeniera química.

El Gobierno de Asturias contribuirá a esos propósitos en toda la medida de sus posibilidades. Es un deber que nos autoimponemos y que el consejero Borja Sánchez ya tiene incorporado de serie, sin necesidad de que nadie se lo recuerde.

Esa colaboración pasa, a la fuerza, por un compromiso legislativo: reformar la ley que regula este consejo social de la forma más ágil. La Consejería de Ciencia ya ha realizado la preceptiva consulta pública previa y nuestra intención es remitir el proyecto de ley al parlamento lo más pronto posible.

Rápido, sin demoras, porque como bien sabe Ángela Santianes, la competencia no espera. El Consejo Social, la Universidad de Oviedo y la mejor Asturias, tampoco. Vamos a ello.