El Gobierno de Asturias se compromete a fortalecer la Atención Primaria y a aplicar todos los recursos disponibles para reducir los tiempos de espera durante esta legislatura

La consejera de Salud, Conchita Saavedra, ha enunciado hoy los cuatro ejes prioritarios de esta legislatura para su departamento: refuerzo de la Atención Primaria, reducción del tiempo de demora de las listas de espera, revisión del mapa sanitario e impulso de un nuevo modelo de atención a la salud mental. "El objetivo principal e irrenunciable es fortalecer y modernizar el sistema sanitario público", ha asegurado.

Saavedra ha comparecido a petición propia en la Junta General para explicar las líneas de trabajo de su consejería. Agrupadas por bloques, son las siguientes.

Atención Primaria

Es una de las urgencias. En los próximos años, Salud ampliará la cartera de prestaciones de la Atención Primaria. También aumentará su capacidad de resolución con el uso de los equipos y dispositivos que se han adquirido recientemente, como ecógrafos o retinógrafos, por poner dos ejemplos. Las mejoras incluirán el refuerzo del papel de la enfermería, así como más facilidades para los pacientes crónicos, principalmente personas de edad avanzada.

"Hemos de potenciar más el papel nuclear de la Atención Primaria, el trabajo multidisciplinar y la cooperación con los servicios sociales", ha afirmado la consejera. Saavedra ha incidido en la importancia de mejorar la accesibilidad -que las personas puedan concertar las consultas con rapidez- y ha dado mucha importancia a la nueva figura de la dirección de equipos de Atención Primaria, que revertirá en mayor autogestión de los centros de salud.

Reducción de las listas de espera

El Gobierno de Asturias está aplicando un plan de choque para contener y reducir las listas de espera. Ahora dará un paso más, al convertir este plan en estructural: ya no serán medidas excepcionales, sino que estarán incorporadas al sistema. Se trata de aplicar todos los recursos disponibles para acortar las demoras, sobre todo para las primeras consultas. La consejera ha recordado que el indicador principal no es el número de personas en espera, sino el tiempo que pasa hasta que reciben la atención que les corresponde, ya sean consultas, pruebas o intervenciones quirúrgicas.

 "Este compromiso no son palabras huecas, creemos en lo que decimos y tenemos la experiencia de que con un plan así los resultados serán mejores. Aumentará la satisfacción de los pacientes y, con ello, la confianza en el sistema", ha declarado Saavedra.

Nuevo mapa sanitario

El actual mapa sanitario, que diferencia ocho áreas de salud, tiene muchos años y no está adaptado a la evolución de la comunidad autónoma. El Principado abrirá este mismo año un proceso participativo con los grupos parlamentarios, los ayuntamientos, los colegios profesionales, los sindicatos y las asociaciones de usuarios para abordar una nueva ordenación y una correcta asignación de los recursos en todo el territorio. 

La reordenación se hará bajo una premisa básica: no se reducirán hospitales ni centros de salud. En este punto, Saavedra ha sido concluyente: "se mantendrá toda la red de Atención Primaria y Hospitalaria y se garantizarán todas las prestaciones y la cartera de servicios".

Salud mental

Será otra de las prioridades. La consejería presentará en el Parlamento autonómico el Plan de Salud Mental 2023/2030, que aumentará el número de psiquiatras y psicólogos para reforzar la asistencia. Este programa incluye 240 acciones que reflejan el compromiso del Ejecutivo con dos metas: la salud mental infanto-juvenil y la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida.

Dada la relevancia de esta prioridad, la consejería propiciará un pacto por la salud mental y elaborará, en paralelo, la Ley Asturiana de Salud Mental.

Nuevas infraestructuras sanitarias

En Atención Primaria, la previsión del Gobierno asturiano es concluir las obras de los centros de salud de Nuevo Roces y Pola de Lena y reiniciar la de Sotrondio. También comenzar las reformas en los consultorios de Vega-La Camocha (Gijón), Tebongo (Cangas del Narcea) y La Manjoya (Oviedo). Además, se redactará el proyecto y se licitará la construcción de los centros de Boal, Castropol, Tapia de Casariego, Lluanco/Luanco, Cangas de Onís y El Berrón, entre otros.

La consejería también realizará una importante reforma en el centro de salud y en el hospital de Cangas del Narcea, finalizará la primera fase de la ampliación de Cabueñes (Gijón), concluirá las obras pendientes del Jarrio (Coaña) y elaborará un plan director que permitirá acometer una notable remodelación del Hospital Monte Naranco (Oviedo).

 

INTERVENCIÓN COMPLETA DE LA COMPARECENCIA DE LA CONSEJERA DE SALUD, CONCEPCIÓN SAAVEDRA, EN LA JUNTA GENERAL DEL PRINCIPADO

Me van a permitir que mis primeras palabras sean de condolencia con los familiares, amigos, compañeros y colegas de Marcelino Gutiérrez, y muy especialmente con nuestra compañera en el Gobierno de Asturias, la viceconsejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez; con la madre de ambos, Celestina; con su hija, con su viuda.

 

La plantilla del diario El Comercio, el periodismo asturiano, San Martín del Rey Aurelio, Gijón y toda Asturias hemos perdido un referente en la comunicación y la información periodística.

 

La familia de El Comercio despide además a un líder, un trabajador extraordinario, un profesional concienzudo, riguroso y exigente comprometido con su profesión, la verdad y el progreso de Asturias. En un momento tan complicado como este, me gustaría transmitirles a todos ellos que los acompañamos en el dolor y que les deseamos toda la paz y la serenidad posible.

 

Comparezco hoy ante ustedes para informar del programa de gobierno que, en materia de salud, me corresponde llevar a cabo en la presente legislatura. Lo hago además con un profundo respeto por esta Cámara y con la firme convicción democrática de que los compromisos que manifieste en este Parlamento lo son también con el conjunto de la ciudadanía, que es a quien nos debemos y la auténtica razón de ser de nuestro sistema sanitario.

 

Como saben, vengo de la gestión y antes de los servicios de Urgencias donde, si por algo nos caracterizamos, es por la capacidad de resolución. Por eso se lo adelanto ya, nuestro objetivo principal e irrenunciable es fortalecer y modernizar el sistema sanitario público asturiano.

 

Hoy desgranaremos la hoja de ruta a seguir para los próximos años, ya ven que no digo cuatro años, ni legislatura, porque cuando hablamos del proyecto sanitario asturiano tenemos que elevar la mirada y pensar en compromiso con nuestra ciudadanía, que es el centro de nuestras políticas.

 

Pero permítanme antes que mis primeras palabras sean de agradecimiento, en primer lugar al presidente del Gobierno, Adrián Barbón, por pensar en mí para afrontar esta gran responsabilidad.

Agradecimiento que también quiero hacer extensivo a mi antecesor en el cargo, Pablo Fernández Muñiz, y a todo el equipo que formó parte de la Consejería y el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) en una legislatura en la que hicimos frente a la mayor crisis sanitaria de este siglo.

 

Y por supuesto, quiero dar la gracias a las personas que han aceptado formar parte de mi equipo, un gran equipo, y que hoy me acompañan en esta cámara para explicar las líneas de actuación de los próximos años.

 

El Gobierno impulsa en Asturias una década de cambio y de progreso y en la sanidad tenemos que ser muy conscientes de ello. Esto nos obliga a ser valientes, dialogar, trabajar intensamente, tener más presentes que nunca a nuestros pacientes y, muy importante, tomar decisiones. Sobre todo en las que son nuestras tres prioridades: la salud mental, la reducción de las listas de espera y la atención primaria. Sin duda, son retos ambiciosos que demandan reformas que tienen en cuenta a las personas de una manera individual pero también para adaptarnos a las realidades de la sociedad actual.

 

Antes de detallar estos y otros proyectos en salud, me van a permitir que cuente un poco la historia. Es importante saber de dónde venimos y cómo ha sido nuestro camino para reconocernos, no equivocarnos y avanzar.

 

Podríamos considerar la Ley General de Sanidad de 1986 y previamente la reforma de la Atención Primaria como los fundamentos, fraguados por el talento de Ernest Lluch para conseguir consensos, de la historia de éxito que todavía hoy conocemos como el Sistema Nacional de Salud.

 

Un modelo que se fue consolidando de manera pareja a la modernización del país, a su desarrollo autonómico, que propició las transferencias sanitarias, a la alternancia en los gobiernos, a las crisis económicas y a esta última pandemia.

 

Sin embargo, ninguna organización basada en el conocimiento y en la tecnología, como es la administración sanitaria, podrá sobrevivir sin adaptarse a las nuevas realidades.

 

En este sentido, los cambios sociales de estas últimas décadas -los mayores gracias al movimiento feminista-, la evolución demográfica asturiana -con una población envejecida, la más envejecida del país- y su desigual asentamiento dentro del territorio regional, el nuevo marco epidemiológico con un crecimiento exponencial de la cronicidad; los nuevos fármacos y técnicas diagnósticas, el avance de las comunicaciones y las nuevas maneras de relacionarse con la ciudadanía son algunas muestras del cambio de escenario en el que tenemos que actuar para dar respuesta a los nuevos retos.

 

Uno de ellos; los más de dos años de crisis sanitaria, donde la capacidad de adaptación del sistema ha sido clave. En los momentos más tensos de la pandemia el sistema extendió sus recursos con valentía, compromiso, rigor y conocimiento. Eso fue clave de nuestro modelo porque, en Asturias no se dejó a nadie atrás y eso se reconoció como la respuesta asturiana.

 

Una respuesta pensada para toda la ciudadanía y basada en el compromiso de los profesionales.

 

En esos momentos me tocó estar al frente de la gerencia del Sespa, por lo que lo viví en primera persona, y nunca dejaré de agradecer el trabajo extenuante que desempeñaron en momentos en que no servían las medias tintas. 

 

La ciudadanía también ha sido clave en esta pandemia. Una sociedad a la que ahora tenemos que responder, recuperando y afianzando la confianza que siempre han tenido en la sanidad pública asturiana.

 

No nos vamos a engañar, los buenos resultados globales en el manejo de la pandemia no camuflan los riesgos y las incertidumbres que acechan a los sistemas sanitarios públicos.

 

Si pensamos que el sistema sanitario afrontará los nuevos retos con la inercia que tantas veces le permitió superar las dificultades nos estaremos confundiendo, porque muchos de los problemas que tenemos que abordar están para quedarse y son estructurales: el envejecimiento de la población asturiana continuará agudizándose (más cronicidad, mas morbilidad, y más personas dependientes) la incorporación de nuevas terapias y nuevas tecnologías, que cada vez serán más costosas, el tratamiento de los datos, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, marcarán los caminos de la nueva medicina, los elevados costes del suministro eléctrico para nuestros centros y la adecuación a los modelos de transición energética, los ajustes en los techos de gasto, contención de la deuda y la reducción del déficit nos marcarán los nuevos escenarios que se impondrán desde Europa como fin de las políticas para superar el shock económico producido por la COVID o por la guerra.

 

Por todo ello, Señorías, este Gobierno del que formo parte entiende que no podemos demorar el fortalecimiento y la modernización del sistema de salud asturiano.

 

Con esta idea, hemos diseñado la estructura de la Consejería de Salud, que por primera vez cuenta con una Viceconsejería de Política Sanitaria que, entre otras encomiendas definidas en el Decreto de Estructura, afrontará la modificación del mapa sanitario.

 

El mapa sanitario es el instrumento adecuado para la ordenación y correcta asignación de sus recursos.

 

Su creación se sustenta en el Decreto de 1984, aún vigente que, con modificaciones de escaso calado, garantizó la equidad y accesibilidad en todo el territorio.

 

Señorías, como supondrán, casi cuatro décadas después su diseño está superado al ser otra la realidad para la que fue pensada.

 

Como dos simples ejemplos muy gráficos para no abundar en lo que todos podemos imaginarnos, basta decir que en 1984 solo había dos autopistas en Asturias, la "Y" y una calzada de la del Huerna con la repercusión que eso tenía para el desplazamiento de pacientes y profesionales y, que hasta muchos años más tarde no se desarrolló internet, por tanto la telemedicina era inimaginable.

 

Con la vista puesta en avanzar en esta modificación, antes de que concluya el año abriremos un proceso de encuentros con los grupos parlamentarios, con los Ayuntamientos y la Federación Asturiana de Concejos, con los colegios profesionales y con los sindicatos, y un proceso participativo de profesionales y usuarios -además de tratarlo en todos los órganos de participación del ámbito de la consejería que existan o sea necesario crear-. Un proceso que tiene, como ya he dicho en varias ocasiones, un espíritu negociador y de búsqueda de amplios consensos en los que compartiremos nuestra propuesta y, por supuesto, estamos abiertos a recibir las que se nos formulen.

 

Somos conocedores de que esta modificación del mapa sanitario puede generar suspicacias pero, tengan por seguro que en Asturias se mantendrá toda la red de dispositivos de atención primaria y hospitalaria, garantizando todas las prestaciones y la cartera de servicios. Estamos hablando de una reorganización de la administración, de la gestión, planificación y coordinación para ser más efectivos, más eficaces y conseguir dar la mejor respuesta asistencial en todo el territorio.

 

La atención a la salud mental es otra prioridad y así lo hemos querido plasmar en la propia estructura de la consejería, al ampliar la dirección general de Salud Pública y Atención a la Salud Mental, dirección que también contará con un servicio de planificación de la Salud Mental para el desarrollo de estas políticas. Igualmente, en la nueva estructura del Servicio de Salud, se da otro salto cualitativo importante al pasar de una Unidad de Coordinación de Salud Mental a una dirección de Salud Mental.

 

En ambos casos se trata de plasmar en la estructura la preocupación y la necesidad de potenciar la organización y servicios en el ámbito de la Salud Mental, la gestión y el desarrollo de los recursos en definitiva, Señorías, con estos cambios visibilizamos la importancia de ir hacia un enfoque comunitario coordinado de forma intersectorial e interdepartamental.

 

Mejorar la salud mental no sólo es reforzar la parte asistencial, que también, sino que es una responsabilidad de todos y todas, esta Junta General, ayuntamientos, asociaciones, profesionales, pacientes y usuarios.

 

Hago mías las palabras del presidente de su intervención en el pleno de investidura en la que invitaba a negociar y acordar, cuanto antes, un pacto para afrontar este problema, que está adquiriendo dimensiones muy preocupantes.

 

Ese consenso aseguraría la atención prioritaria a la salud mental con recursos y políticas estables, con independencia de quien gobierne y contribuiría a darle la relevancia social necesaria...

 

En este sentido, quiero anunciar que, a petición propia, compareceré en la Comisión de Salud para hablar de salud mental y presentar el Plan de Salud Mental 2023/2030, un plan que es la guía de las políticas y los recursos en este campo y que permitirá aumentar el número de profesionales de la red sanitaria, para reforzar la asistencia a la ciudadanía en los próximos años.

 

También, contempla más de 240 acciones que reflejan el compromiso del Ejecutivo con el cuidado de la salud mental. Para ello se ahondará sobre todo en dos prioridades, la salud mental infanto-juvenil y la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida a través de una Agenda Única con la que se coordinan las actuaciones de los distintos ámbitos institucionales.

 

Dada la importancia de dar voz a todos los agentes y grupos políticos y, en el marco del Pacto por la Salud Mental, trabajaremos para contar con una Ley Asturiana de Salud Mental, una ley que simbolizará la máxima expresión de ese pacto social y político al que ya me he referido. Otra de las propuestas legislativas es culminar la Ley de Salud Pública que quedó pendiente y que consideramos necesaria por la importancia de este campo, tal como quedó evidenciado en la pandemia y que tiene tres pilares; el primero es el sistema de vigilancia epidemiólogica y alertas que se puso en marcha durante la crisis sanitaria y hay que mantener y reforzar; el segundo, la necesidad de que parte de la salud pública esté en el territorio de manera operativa junto al Servicio de Salud y el tercero, dar un salto cualitativo del enfoque comunitario.

 

Precisamente, el ámbito de la salud poblacional se reforzará con la ampliación de los cribados de cáncer de mama, colon y cuello de útero... además, ampliaremos el cribado neonatal de Enfermedades Endocrino-Metabólicas.

 

Asimismo, siguiendo con la línea marcada por el Ministerio de Sanidad se ampliarán los programas de atención a la salud bucodental, presentaremos el año que viene el nuevo plan de adicciones 2024-2032, poniendo el foco en las adicciones sin sustancia, como redes sociales, móviles, pantallas o el juego.

 

Señorías, somos conscientes de que el género, como construcción social, es un determinante de la salud y que es de vital importancia incorporar la perspectiva de género en la atención sanitaria por ello, a lo largo de los próximos años desarrollaremos, junto a la Vicepresidencia y Consejería de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, la Estrategia de Salud de las Mujeres que integrará actuaciones dirigidas a la atención sanitaria, buenas prácticas, violencia de género o violencia sexual, entre otras. 

 

Otro de los compromisos, que queremos que sea una realidad a finales de este año, es la ayuda anual para las personas con ELA, una ayuda que puede llegar hasta los 15.000 euros y poder así afrontar los gastos derivados de su enfermedad en tanto no se aprueba la legislación nacional.

 

Reducir las listas de espera es otro de los cometidos que nos proponemos en esta legislatura. Podría volver a contar que en Asturias hay una mayor demanda asistencial porque somos la comunidad más envejecida de España, que la pandemia por la COVID 19 nos obligó y así fue, como en el resto de las comunidades y en el mundo, a dedicar una parte importante de nuestros recursos a luchar contra una situación impredecible y de gran incertidumbre, también podría contar que hemos aumentado nuestra actividad siendo ya en la actualidad mayor que en el 2019, gracias al Plan de Choque puesto en marcha por el gobierno de Asturias pero creo que ya se ha explicado y que lo que tenemos que hacer es actuar.

 

Y queremos ser muy prácticos. Sabemos que tenemos capacidad de mejora, por lo que planteamos un plan estructural integrado dentro del sistema sanitario público. Nuestra intención, es poner todos los recursos para lograrlo. Y este compromiso no son palabras huecas, creemos en lo que decimos y tenemos experiencia en la gestión de la lista de espera con buenos resultados, algo que nuestros pacientes agradecen, fortalece la confianza en el sistema y produce resultados en salud.

 

En este punto, el de generar salud, enlazo con otra de las prioridades: la Atención Primaria. Tenemos una oportunidad clara que es el Proyecto Regional Integral del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, que define unas acciones y objetivos con un presupuesto y un cronograma marcado y con una línea de financiación, que irán acompañadas de las acciones planificadas en el ámbito de la salud digital.

 

Este proyecto está siguiendo la senda emprendida por la Consejería de Salud y el SESPA en el año 2018 junto a las cinco sociedades científicas de Atención Primaria que, desde entonces, nos acompañan en el cambio de rumbo emprendido en el nuevo enfoque de la estrategia para la Atención Primaria en Asturias, una nueva orientación hacia la atención a las personas con enfermedades crónicas que ha de regir los cuidados de nuestra población.

 

La reciente crisis sanitaria de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que Asturias se encuentra en el camino correcto al quitar burocracia y darle a la Atención Primaria, mayor capacidad de resolución y más protagonismo en el cuidado de las personas.

 

Ahora hemos de reforzar más su papel nuclear, el trabajo multidisciplinar y la cooperación de los servicios sanitarios con los servicios sociales, favorecer la accesibilidad con el refuerzo de las unidades administrativas, potenciar el liderazgo con la nueva figura de la Dirección de Equipos de Atención Primaria y una nueva forma de autogestión y toma de decisiones. También desarrollaremos y reorganizaremos la atención urgente hasta tener un sistema común.

 

En los dos próximos años, ampliaremos más la cartera de servicios de la Atención Primaria y mejoraremos aún más su capacidad de resolución con la implantación de los equipos y dispositivos asistenciales que hemos ido adquiriendo a lo largo de este tiempo, previo acuerdo con nuestros profesionales y las Sociedades Científicas.

 

Esta fase lleva aparejada toda una serie de actividades formativas específicas que permitirán que nuestros profesionales, adquieran nuevas habilidades necesarias para el manejo de nuevos equipos y dispositivos.

 

Además potenciaremos la labor de las y los profesionales de enfermería con el fin de incrementar la autonomía de las enfermeras, poniendo en valor su capacidad resolutiva para asumir determinados problemas de salud con el apoyo de circuitos y protocolos basados en la evidencia entre los que se encuentra la indicación enfermera.

 

En este sentido, también se modificará la plantilla orgánica del Sespa a fin de definir los puestos singularizados de enfermeras especialistas (en familiar y comunitaria y también en ámbitos como pediatría, enfermería del trabajo, geriatría y salud mental) y las funciones y competencias de los mismos. Así como se seguirá la tramitación del resto de nuevas categorías.

 

En esa idea de modernización de la Atención Primaria y, por supuesto, también de nuestra red hospitalaria realizaremos importantes obras nuevas y reformas en centros salud y periféricos que contribuirán a ofrecer a la ciudadanía y a nuestros profesionales espacios adecuados para el desempeño de la actividad sanitaria.

 

Nuestro primer objetivo, lógico por otra parte, es concluir las obras en marcha o ya programadas para ir planificando y ejecutando un segundo bloque de actuaciones en infraestructuras a lo largo de la legislatura.

 

Así, concluiremos las obras de Nuevo Roces, las de Pola de Lena, reiniciaremos las obras del centro de salud de Sotrondio tan pronto como resolvamos un modificado sobrevenido por razones de obra, y empezaremos las de Vega-La Camocha, Tebongo y la Manjoya, una vez que el Ayuntamiento de Oviedo concluya la parte de la obra comprometida.

 

También asumimos el compromiso de redactar el proyecto y de licitar los centros de Boal, Castropol, Tapia de Casariego, Luanco, Cangas de Onís y El Berrón, entre otros.

 

Esta no es una lista cerrada sino que iremos incorporando otras actuaciones en consonancia con nuestras capacidades económicas y con las contingencias que vayan surgiendo en los dispositivos.

 

En materia de infraestructuras hospitalarias modernizaremos los hospitales comarcales, y hago una especial mención al hospital de Cangas del Narcea y a su centro de Salud. En la última década han sido muchas las intenciones y propuestas elaboradas, que, por unos u otros motivos, no pudieron llevarse a cabo. Por eso, quiero adquirir el compromiso de hacer una importante mejora en el hospital y centro de salud y asegurar que no solo se va a quedar en palabras. De hecho, en próximas fechas fijaremos un encuentro con los ayuntamientos del área para esbozar estos planes y compartirlos con sus alcaldes. Por su supuesto, hablando de hospitales, debo referirme a la ampliación de Cabueñes, una obra en la que se seguirá avanzando cuya finalización supondrá un importante hito para el centro hospitalario de referencia en el área sanitaria V y para toda Asturias.

 

Respecto Jarrio, en esta legislatura finalizaremos las obras que quedaron inconclusas -hemodialisis, hospital de día y prevención de riesgos- y realizaremos obras en los servicios más críticos como bloque quirúrgico, partos y farmacia.

 

No nos olvidamos de nuestro referente para la atención geriátrica y para la cirugía mayor ambulatoria, el Hospital Monte Naranco, para el que elaboraremos un Plan Director, con su plan funcional y proyecto arquitectónico que se ejecutará en diferentes fases de actuación y nos permitirá ir actuando cada año en distintas partes del dispositivo hospitalario.

 

Somos conscientes además de la necesidad de una nueva lavandería central que sustituya a los centros que actualmente tiene el Servicio de Salud en El Cristo y Cabueñes. Por ello, enmarcada en el proyecto de la Plataforma Logística Asturiana Sociosanitaria, esta legislatura pondremos en marcha la licitación de una nueva lavandería centralizada en Langreo, que será el primero de los servicios que albergará el futuro centro de servicios logísticos del Sespa, donde también se ubicará la reserva estratégica, el almacén de material sanitario y de mobiliario o los expedientes médicos.

 

En el ámbito de los sistemas de información seguiremos trabajando en disponer de un espacio de información multinivel, accesible desde cualquier ámbito, multidispositivo, ciberseguro y conectado en base a estándares internacionales y en el que tanto la ciudadanía como los y las profesionales de la salud puedan tener acceso seguro a los datos de la salud, contribuyendo a transformarlos en información útil para la toma de decisiones a través del potencial que nos ofrece la inteligencia artificial y la analítica de datos.

 

Otro de nuestros objetivos es el desarrollo de la coordinación sociosanitaria.

 

Con los resultados de la evaluación del primer Plan sociosanitario 2019-2021 se está definiendo el segundo, que regirá la coordinación sociosanitaria de los próximos años (2023-2030).

 

El sistema sanitario es cada vez más completo y eficaz para atender lo agudo, pero precisa reorientarse para la atención a la enfermedad crónica.

 

El sistema social cuenta, en la actualidad, con una buena base procedimental y con parte de las herramientas necesarias para procurar una correcta intervención, no sanitaria, tanto en la prevención como en la atención a situaciones de dependencia.

 

Ambos espacios han de seguir un camino común y compartido en aras de la eficiencia y mayor y mejor rentabilidad de sus acciones. Tomando como base la experiencia de los últimos años de trabajo en ambos espacios, ahora se justifica más si cabe, una acción conjunta, sin que esto implique pérdida de identidad por ninguno de los dos sistemas.

 

Además, en esta legislatura elaboraremos un convenio de colaboración entre salud y servicios sociales para el intercambio de información y el modelo de prestación farmacéutica en centros sociosanitarios públicos.

 

Avanzaremos en una historia sociosanitaria que integre elementos necesarios de la historia clínica y social de una persona. Con esto, nuestro objetivo es avanzar hacia la interoperabilidad.

 

Como saben, el desarrollo de las funciones de las Enfermeras Coordinadoras de Atención Sociosanitaria es fundamental, profesionales clave durante la pandemia, que facilitan una adecuada gestión de los cuidados en aquellas situaciones que requieran la prestación simultánea o sucesiva de ambos sistemas; sanitario y social y promuevan mecanismos de coordinación entre los Equipos de Atención Primaria (EAP) y los equipos de los centros residenciales, teniendo como objetivo lograr una atención longitudinal, una asistencia de calidad y una mejora en la calidad de vida de las personas más vulnerables.

 

Por otro lado, seguiremos apostando por la Escuela Asturiana de Cuidados que realiza un "modelaje" y una formación entre iguales, aporta un valor incalculable, y cuenta con el apoyo del tercer sector y con la colaboración de muchos ayuntamientos y municipios de Asturias.

 

Además, en esta legislatura asumimos la competencia en materia de valoración de la discapacidad, que se integra en la dirección de Cuidados y Coordinación Sociosanitaria, para lo que ya estamos trabajando, con un objetivo, atajar los tiempos de espera y, tal es así, que estamos abordando el refuerzo de los equipos de valoración de la discapacidad tras la primera toma de contacto con ellos.

 

También trabajaremos en la elaboración de la nueva Ley de Salud Escolar. Con esta nueva norma se pretende facilitar la adopción por toda la comunidad educativa, de modos de vida sanos en un ambiente favorable a la salud.

 

Señorías, el mayor valor activo que tiene el Servicio de Salud son sus profesionales, por ello con el fin de avanzar en su estabilidad y en la búsqueda de una tasa de temporalidad por debajo del 8%, debemos continuar apostando por la convocatoria de plazas estatutarias en las Ofertas de Empleo Público. Actualmente están siendo tramitados los 104 procesos de estabilización.

 

De ellos, los procesos más avanzados son los que corresponden a los concursos de las categorías de Médico de Familia, Enfermera/o, TCAE y Celador, categorías con un gran número de candidatos y en las que existe déficit de profesionales y/o son estratégicas para el servicio de salud.

 

Además, tras la finalización de los concursos de estas categorías, se llevarán a cabo durante el primer trimestre de 2024, los exámenes de los procesos de concurso oposición de estabilización de Médico de Familia, TCAE y Celador, y el examen del proceso convocado en ejecución de las previsiones de las OPE de 2019 y 2020 de la categoría de Enfermera/o.​

 

Según se vayan resolviendo los concursos de estabilización de las categorías (FEAs) convocadas y no finalizadas de las OPE de 2017 y 2019, se realizarán los exámenes de las fases de oposición de éstas. ​

 

Y por supuesto, continuaremos con el diálogo permanente con los representantes de los trabajadores para seguir avanzado en la mejora de las condiciones laborales de nuestros profesionales. Así, haremos que el Principado sea una comunidad atractiva para que desarrollen aquí su vida laboral.

 

En este sentido y a lo largo de esta legislatura, desarrollaremos la Ley del Personal Estatutario y un Plan de Reordenación de Recursos Humanos para los próximos 15 años.

 

Creo que a lo largo de mi intervención ha quedado explícito que en Asturias había y hay un buen sistema sanitario, que pudo responder con éxito en la pandemia. Pero también somos conscientes que necesita mejoras y cambios de calado para recuperar la confianza de todos nuestros pacientes.

 

Nuestro modelo es ese. El de una sanidad pública que no deja a nadie atrás, capaz de atender con calidad y dar una respuesta ágil, eficaz y basada en la mejor evidencia científica, como la mejor garantía de que una sanidad para todos y todas no será nunca una sanidad para pobres ni una pobre sanidad.

 

No solamente la fortaleza del sistema sanitario ha permitido que Asturias hiciese frente al Covid con garantías. También contribuyó a ello nuestro modo de vida y eso es algo que queremos hacer aflorar, cultivar y promover porque estamos convencidos de que nuestro paraíso natural es, además de un excelente lugar para vivir, una fuente inagotable de salud.

 

Asturias es salud. Asturias es saludable. Esa será la idea central de una novedosa iniciativa vinculada a la salud pública que tratará de mostrar al conjunto de la ciudadanía todo el potencial de ideas, iniciativas, acciones, buenas prácticas, redes personales y familiares, apoyos de la comunidad, costumbres, actividades de la vida diaria, propuestas de profesionales de la salud, del mundo de la nutrición, del ocio, las artes o el deporte que tenemos en el Principado y, que son beneficiosas para la salud, para mejorar la autoestima, para evitar la soledad, para hacer comunidad, para fortalecer lazos, para potenciar el bienestar emocional...

 

Una comunidad como Asturias tiene los suficientes atractivos y las necesarias condiciones para que un compromiso global con la vida sana tenga efectos en salud que se puedan percibir en unas pocas generaciones. Y esa es también una de nuestras fortalezas.

 

Señorías, concluyó esta presentación del programa de legislatura en la que hice un somero repaso de las principales actuaciones que tenemos pensando ejecutar en los próximos años.

 

Sin duda ustedes mismos, la ciudadanía, los propios profesionales de nuestro sistema sanitario, los sindicatos, las asociaciones de pacientes y un largo etc., echarán de menos menciones, propuestas e iniciativas sobre asuntos que ni tan siquiera han quedado mencionados en mi intervención.

 

Sea esto fruto del escaso tiempo del que dispongo, de algún olvido o del poco tino, les pido disculpas por ello de antemano y les invito a ser partícipes de este gran reto que tenemos por delante y que afrontaremos con una clara vocación de puertas abiertas.

 

Aun así, en estas pinceladas quedan plasmadas las grandes dosis de ilusión con las que iniciamos este camino, solamente comparables al peso de la responsabilidad que sentimos al ser sabedores de que se nos confía una parte muy importante de la gestión del presupuesto de esta CCAA, casi la mitad.

 

Este es nuestro compromiso con los asturianos y con las asturianas y no existe mejor lugar para rubricarlo que en la Junta General del Principado de Asturias.

 

Muchas gracias.